Los Reyes, acompañados de Zapatero y Rajoy, dan su último adiós al Papa
La representación española en el funeral del viernes se amplía en 40 personalidades
La Delegación Oficial española con los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, junto al presidente de Gobierno y el líder de la oposición, ya han ofrecido sus respetos al Pontífice en la Basílica de San Pedro. Durante varios minutos, los monarcas han permanecido arrodillados delante del cadáver, en el espacio reservado para las delegaciones oficiales.
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Los Reyes, el jefe del Gobierno y el líder de la oposición han accedido al interior de la Basílica por la puerta reservada a las autoridades y se han situado en los bancos habilitados para ellos a la derecha de los restos mortales del Karol Wojtyla. En el primer banco se han colocado el Rey, con corbata negra, y la Reina, con un velo de encaje negro sobre la cabeza, y ambos se han arrodillado y han rezado unos momentos. En el mismo banco se encontraban tres de los seis cardenales españoles que participarán en la elección del próximo Papa: Antonio María Rouco, Julián Herranz y Eduardo Martínez Somalo. Junto a ellos estaba también, entre otros, el portavoz del Vaticano, el español Joaquín Navarro-Valls.
Además de esta delegación oficial, el Ejecutivo español ha conseguido 40 invitaciones más, que han sido repartidas entre presidentes regionales y cargos institucionales. Los presidente de la Generalitat catalana, Pasqual Maragall, junto con la Valenciana, Francisco Camps, el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana y el ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo, estarán en los funerales por Juan Pablo II, que se celebra este viernes a las 10.00 de la mañana. Desde el Gobierno de Vitoria se ha rechazado la invitación hecha a Juan José Ibarretxe.
El resto de esos 40 asientos extra se los reparten miembros de los grupos parlamentarios (una decena de diputados populares con Eduardo Zaplana y Ángel Acebes al frente) y distintas personalidades, entre ellas el ex presidente de Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo.
Ya no hay colas en la Basílica de San Pedro
Desde las 22.00 horas de esta noche, la capilla ardiente de Juan Pablo II, instalada en la Basílica de San Pedro, está cerrada. Millones de peregrinos han ofrecido su último adiós al Pontífice, ocasionando kilométricas colas que han colapsado el Vaticano y la ciudad de Roma.
Hoy ha sido el día de los polacos. La Santa Sede ha reabierto el acceso a las colas, que cerró con carácter general ayer a medianoche, para que entraran a la capilla ardiente peregrinos llegados desde la tierra natal del Wojtyla.
Según la delegación del Gobierno en Roma, hasta cuatro millones de peregrinos han podido despedir al Pontífice. El Ejército ha tenido que repartir agua y comida a la multitud. El momento crítico se espera este viernes, día del funeral, por eso el Ministerio del Interior italiano ha pedido a los romanos que no salgan de casa ni para trabajar y que los centros comerciales tampoco abran.