Rijkaard exige un cambio de actitud a sus jugadores
El técnico advierte de la relajación de su equipo y reclama más "humildad y sacrificio" para reaccionar
El entrenador del FC Barcelona, ha exigido a sus jugadores un cambio de actitud para encarar las siete últimas jornadas de Liga, y ha optado por aislar al equipo, que realizará a puerta cerrada los dos últimos entrenamientos, mañana y el sábado, antes de recibir el domingo al Getafe en el Camp Nou.
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La derrota encajada ante el Real Madrid (4-2) y el anterior empate en casa ante el Betis (3-3), han llevado a Rijkaard a dar un toque de atención a sus jugadores ante la recta final del campeonato, en la que el Barcelona, líder destacado durante todo el curso, se mantiene como favorito para ganar el título, aunque su paso por el Bernabéu ha rebajado a seis puntos su ventaja sobre el equipo madrileño.
El técnico holandés alertó de un exceso de relajación y de "falta de humildad" en sendas entrevistas, publicadas hoy por los diarios deportivos catalanes. Rijkaard se reunió con los jugadores antes del entrenamiento y anunció que mañana y pasado, se entrenarán a puerta cerrada, una medida inusual ya que lo habitual es que sólo los días antes de partido se celebren sesiones de este tipo.
Rijkaard admitió su parte de responsabilidad, aunque censuró la actitud de algunos jugadores. "Algunos ya se creían campeones", advirtió, en la entrevista concedida a Sport, en la que lamentó la derrota de Madrid, "más que la derrota en sí, cómo se produjo", así como los "errores" cometidos. "Nos faltó concentración, humildad, atención, trabajo y sacrificio en el campo", afirmó.
"Fallamos individualmente y colectivamente", indicó, reclamando una "reacción" a sus jugadores. "Si antes éramos un equipo, ahora tenemos que serlo otra vez", dijo, dejando claro, de todos modos, que cree que su equipo tiene "talento y facultades de sobras" y que es "optimista" ante las opciones de su equipo de conquistar la Liga.
En su opinión, la plantilla se ha dejado llevar por la euforia que rodea al equipo. "Quizá ha influido el que se dijera que la Liga ya estaba ganada. Siempre advertí que no era así, que había que seguir trabajando con la misma mentalidad. Inconscientemente el Barça se ha relajado demasiado y lo hemos pagado", apuntó, en Mundo Deportivo.
"Últimamente no hemos actuado como el equipo que conocemos todos. Ha bajado la tensión y desaparecido la imagen que habíamos ofrecido hasta ahora. No éramos ese conjunto que ataca y defiende junto", señaló Rijkaard, quien mantuvo, de todos modos, su optimismo respecto a las opciones del Barça de conquistar la Liga.
"Todavía tenemos la Liga en nuestras manos", dijo, sin querer hacer cálculos, ya que considera que el Barça no debe hacerlos, "sino entrar al campo a ganar los tres puntos en todos los partidos que nos quedan". El holandés, además, cree que sus jugadores han entendido el mensaje y que ofrecerán la "reacción" que ha reclamado.
"Sabemos muy bien dónde están nuestros errores y la forma de corregirlos. El equipo tiene que ser capaz de afrontar esta situación y superarla. El objetivo es jugar como un equipo, volver a jugar conjuntados, sin fisuras, sin individualidades, con una sola meta: la Liga. Mis jugadores han entendido perfectamente que ha llegado la hora de apretar los dientes y volver a dar lo máximo", sentenció.
