Penas de 20 años para tres jóvenes por matar a un mendigo en Madrid
Lo asesinaron a golpes mientras dormía
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a penas de entre 20 y 22 años de cárcel a cada uno de los tres jóvenes que asesinaron a golpes de un mendigo en la capital en 2002. Así, la sentencia condena a 22 años y seis meses a Francisco José A.G.; a 21 años a Carlos C.C. y a 20 años a Rubén H.R., tras el veredicto de culpabilidad del jurado.
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Son condenados por un delito de asesinato con las agravantes de ensañamiento, aprovechamiento de las circunstancias de lugar y tiempo para favorecer la impunidad y la de cometer el delito sobre un indigente. Además, aprecia la agravante de disfraz en el caso de Carlos C.C. y las atenuantes de reparación del daño y confesión en este mismo acusado y en Rubén H.R. También son condenados a indemnizar conjuntamente en 120.000 euros a los herederos de la víctima.
La sentencia recuerda que el jurado estimó probado que los condenados se dirigieron a las seis de la mañana del 28 de agosto de 2002 al número 57 del paseo de Santa María de la Cabeza de Madrid donde sabían que pernoctaba un indigente. Añade que "por el desprecio que les generaba, sorprendiéndole dormido y con la intención de ocasionar su muerte o aceptando la misma como probable consecuencia, comenzaron a darle múltiples y violentos golpes y patadas por diversas partes del cuerpo".
Incluso, Rubén utilizó una barra metálica; Carlos, que llevaba puesto un casco para evitar ser reconocido, una cadena antirrobo, y Francisco José una navaja sin que el mendigo pudiera defenderse del sorpresivo ataque. La resolución destaca que los acusados aumentaron su sufrimiento, ya que la víctima se intentó levantar y le golpearon en la cabeza y le pisotearon el rostro, por lo que falleció pocos después por hemorragia masiva sin que los servicios de emergencia pudieran hacer nada por salvar su vida.
Rubén H.R., que tras su detención y debido a un sentimiento de arrepentimiento, reconoció los hechos desde que prestó declaración en Comisaría y ante el juez, antes del juicio ingresó en la cuenta de consignaciones de la Audiencia 17.987,36 euros a favor de los herederos del fallecido. Por su parte, Carlos C.C. tras su detención confesó los hechos contribuyendo a su esclarecimiento y antes del juicio ingresó por la misma vía y concepto 17.732,35 euros.
