El Gobierno celebra los "casi 700.000 empleos" surgidos de la regularización

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, aseguró ayer sábado desde una de las oficinas de la Seguridad Social de Madrid, que se alcanzarán entre casi 700.000 peticiones. Para Caldera, el proceso ha sido un éxito. Las oficinas de la Seguridad Social cerraron a las nueve de la noche y algunas subdelegaciones del Gobierno han permanecido abiertas hasta las doce.

Caldera, durante su visita en la calle Londres de Madrid a uno de los centros de la Seguridad Social, aseguró que el proceso de normalización de trabajadores extranjeros conseguirá legalizar a entre el 80 y el 90% de los inmigrantes en situación irregular y que tienen edad para trabajar.

Tras intercambiar algunas impresiones con los extranjeros que permanecían haciendo cola a las puertas de la oficina y también con los funcionarios que en el interior seguían tramitando solicitudes, aseguró que este proceso, "el más amplio de Europa en afloramiento de la economía sumergida durante los últimos 40 ó 50 años", es un "éxito, no para el Gobierno, sino para la sociedad española".

También realizó una serie de cálculos para rebatir los argumentos de quienes aseguran, como el PP, que tras este procedimiento, habrá más irregulares en España que antes de que se iniciara. "Hoy es inequívoco que la apertura de este proceso era necesaria", aseguró.

El titular de Trabajo recalcó que el viernes, penúltimo día del proceso, se registraron 35.389 solicitudes, la cifra más alta en los tres meses. Por lo tanto, ya se han acumulado 632.000 expedientes, de los que se han resuelto positivamente alrededor de 200.000. En una primera estimación del volumen final de solicitudes, habló de entre 650.000 y 700.000.

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Inspección inflexible

El proceso de regularización se incluyó en una disposición transitoria del reglamento de la ley de extranjería con el consenso de los agentes sociales para "normalizar" a los extranjeros que trabajaban en España en la economía sumergida. A partir del lunes, la Inspección de Trabajo será "inflexible" con aquellos empresarios que no hayan aprovechado esta oportunidad, ha añadido el ministro, quien recordó la puesta en marcha de un Plan de Inspección de Trabajo específico para combatir la economía sumergida. El plan incluirá 200.000 visitas de inspectores.