Levante, 1-Barcelona, 1: El empate vale una Liga

El resultado final en el Sánchez Pizjuán dejó la Liga en el aire, a falta de que el Barcelona hiciera lo mismo en el campo del Levante. Los de Rijkaard cumplieron y cierran así un periodo de seis años alejados de los títulos -la última Liga databa de la temporada 98/99-, se estrenan en el siglo XXI y confirman la supremacía del Barça de los 'jugones' -Ronaldinho, Eto'o, Deco, Xavi, Puyol y compañía- sobre un Madrid galáctico cogido con alfileres.

Pese a una supuesta conversación de Sergio García y Jofre, ex barcelonistas ahora en las filas del conjunto valenciano, con algunos de sus ex compañeros en la que se habló de acordar un empate -y a lo que se negó el rebelde Eto'o -, el Ciudad de Valencia acogió un duelo tenso y duro por momentos, en el que los nervios maniataron el fútbol barcelonista.

El gol de Baptista en los últimos instantes del encuentro del Sánchez Pizjuán pareció 'sobrerevolucionar' a los de Frank Rijkaard, que además de marcharse a los vestuarios por detrás en el marcador, merecieron haberlo hecho en inferioridad numérica. Ronaldinho rozó la expulsión directa al tomarse la justicia por su mano tras una buena acción personal y Undiano Mallenco perdonó la roja directa a Deco, que realizó una entrada.

Se adelanta el Levante

Apenas diez minutos le duró la calma al líder, que se quedó en ganas y ataque de ansiedad, difuminado por una acumulación excesiva de 'jugones' en el centro del campo y una exagerada tendencia al individualismo de sus estrellas -léase Eto'o y Ronaldinho, principalmente-. Aunque el camerunés, al menos, envió un remate al palo.

El Levante abandonó su condición de Cenicienta y llevó el choque a su terreno: con orden, presión y un notable despliegue físico. Y acabó encontrando oro en la segunda ocasión de gol de que dispuso. Congo, en posible fuera de juego, dejó un balón a Rivera, que lo alojó en la red de Valdés de fuerte volea. El habilidoso delantero granota ya había avisado a Valdés con una vaselina desde la derecha que despejó el canterano con apuros.

Eto'o empata y da una Liga

Al final a Rijkaard le salieron las cuentas. El tropiezo madridista en Sevilla concedía al equipo culé dos posibilidades de tres (empate y victoria, un 66,6 %) para confirmarle como el equipo que más y mejor fútbol desplegó a lo largo de los nueves meses del campeonato.

Eto'o se encargó de ponerle su nombre al reencuentro barcelonista con el título de la regularidad. En esta ocasión no fue tras un regate imposible, ni fruto de un vertiginoso desmarque en velocidad. El camerunés marcó un gol de oportunista -¡y ya van 24!-, tras cabecear un balón suelto desde el área pequeña, y desatascó el obtuso juego de los suyos frente al correoso Levante. El Barça por fin encontró a su delantero centro y se reencontró con los títulos.

Porque nada cambió sobre el césped tras el paso por los vestuarios y hasta el zarpazo del camerunés. El Levante siguió empujando a los de Rijkaard hacia las inmediaciones de Valdés, que sacó una milagrosa mano nada más reanudarse el partido. Y Jofre disparó al poste poco después. Pero el gol de Eto'o ponía fin al sufrimiento de forma abrupta y definitiva. Un dulce empate que desataba la locura en la Ciudad Condal.