El Supremo confirma la condena por el crimen del Maremagnum
El alto tribunal desestima los recursos interpuestos por los tres procesados
La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 13 años de prisión para los dos porteros de discoteca James Anglada y Mariano Romero, y para el vigilante de seguridad Antonio Fernando Quincoces, por la muerte del joven ecuatoriano Wilson Pacheco. Éste falleció tras recibir una paliza y caer en las aguas del complejo lúdico del Maremagnum de Barcelona en enero de 2002.
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De esta forma, el alto tribunal desestima los recursos interpuestos por los tres procesados y confirma la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona, que a su vez fue ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en marzo de 2004. La citada sentencia condenó a los acusados a indemnizar con 96.789,30 euros a la viuda del fallecido, Ivonne Guzñahay, con 40.328,62 euros a cada uno de los tres hijos, y a la madre de Pacheco, Noemí Rosario Torres, con 8.065 euros.
Los tres procesados fueron condenados por un delito de homicidio con dolo eventual y con la agravante de abuso de superioridad. Los hechos se produjeron en la madrugada del 27 de enero de 2002 cuando Wilson y unos amigos y familiares intentaron entrar en la discoteca 'Caipirinha', situada en el Maremagnum, pero los porteros les impidieron el paso porque estaban ebrios.
En ese momento, se inició una disputa entre los clientes y los porteros y Pacheco arrojó un objeto a un vigilante, por lo que diversos porteros corrieron hacia los ecuatorianos iniciándose una persecución. Quincoces y Romero alcanzaron a la víctima y tras tirarla al suelo le dieron diversos golpes. Después, llegó Anglada, quien lo arrastró unos metros y lo empujó al mar, donde falleció.
