Diccionario de la pareja
Divertido libro de Jeff Green
Jeff Green, humorista muy famoso en Inglaterra, nos presenta un libro ágil, fresco y muy actual sobre las alegrías y tristezas de la vida en pareja. Si te gustó 'El Club de la Comedia', no te lo pierdas.
Abrir los botes de conservas
Esta actividad, junto con la expulsión, de vez en cuando, de una araña del dormitorio, te vuelve, por alguna misteriosa razón, irresistible al sexo opuesto; o, al menos, te sitúa un poco por delante del consolador (véase Tratos).
Aburrimiento
Más información
Inevitablemente, llegará el día en que, mientras te estés quitando unos hongos amarillentos de entre los dedos de los pies y ella esté corrigiendo la línea de su bigotito, los dos pensaréis: «Creo que esta relación ha perdido algo de pasión».
¿Ya no queda nada de deseo en tu relación? Averígualo con este sencillo test:
• Cuando hacéis el amor, si ella se mueve, paras para preguntarle si se siente bien (10 puntos).
• Los dos estáis deseando que termine el fin de semana (15 puntos).
• Vuestra bebida favorita es el yogur líquido (15 puntos).
• Ni siquiera ella puede recordar lo que acaba de decir (20 puntos).
Cosas que deben hacerse y cosas que deben evitarse para combatir el aburrimiento:
• Regálale ropa interior sexy, un tanga por ejemplo. Luego, para una noche muy especial, pídele que se lo ponga al revés. ¡Mmmmm!
• No se te ocurra proponerle hacer un trío con su hermana ni con su mejor amiga (aunque cuando estáis borrachos te parezca que los tres os lleváis especialmente bien).
• Es muy bueno dar largos paseos por los parques. Si veis que a los dos os gusta, podéis probar a ir juntos.
• Proponle un encuentro sexual en el coche (salvo si es un deportivo de dos plazas, a no ser que seas un osteópata diplomado o un contorsionista profesional, o que tu pareja sea una enana).
Acusar (véase Tomar decisiones conjuntas)
Aficiones
Si vives en una ciudad grande, es probable que sólo tengas una: llegar a casa entero después del trabajo.
Alcohol (véase Llanto, Peleas, Pérdida de objetos)
Uno de los descubrimientos que más perturban cualquier relación recién comenzada es encontrarse con la mujer que amas y respetas inclinada sobre la taza del váter, con el vestido subido hasta la espalda, con carreras en los pantys, sin uno de los zapatos, sufriendo náuseas y eructando descontroladamente, suplicándote que le apartes el pelo de la cara y musitando algo sobre unos cacahuetes podridos que se ha comido. Así de poderoso es el alcohol. Tú, por supuesto, nunca te emborrachas tanto.
TRUCO: En situaciones como ésta, siempre es conveniente sacar unas cuantas fotos para poder usarlas en futuras negociaciones, o para cuando, al recordar estos episodios, te encuentres con la más rotunda de las negaciones (véase Flatulencias).
De la misma manera, habrá ocasiones en las que tus habilidades básicas se vean afectadas por el alcohol. Intentar mantener una relación sexual en este estado es como tratar de jugar al billar con un trozo de cuerda. No te dejes engañar por la aparente compasión de tu pareja hacia tus dificultades, que ojalá sean sólo momentáneas. Este incidente será filtrado a sus amigas en la primera ocasión que se presente. También puede que descubras que, durante los momentos de tensión, te has ganado el mote de «Don Blandengue».
Publicado por la editorial Punto de Lectura (http://www.puntodelectura.com)
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Próxima entrega: "Los muertos no se tocan nene" de Rafael Azcona
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