Adele, el profesor electrónico que aprende del alumno
Un sistema desarrollado en Austria sigue la mirada del usuario para comprender sus necesidades y adaptar a ellas los contenidos educativos
Madrid
Los movimientos de la mirada no sólo dejan ver los hechos obvios, sino que también ofrecen datos detallados sobre el proceso cognitivo, según explica la directora del proyecto ADELE (Adaptive E-Learning with Eye-Tracking), Maja Pivec. Teniendo esto en cuenta, su equipo ha creado un sistema de aprendizaje basado en el análisis digital de la mirada que adapta los contenidos didácticos a las costumbres del usuario.
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Los científicos vienen trabajando desde hace tiempo con la llamada tecnología de seguimiento de la mirada eye-tracking, empleada hasta ahora ante todo para analizar la percepción de mensaje de publicidad o la construcción de páginas web. En ella, los movimientos de la mirada se registran con una cámara y se reflejan en un gráfico, de modo que se pueden analizar los procesos de selección o de aprendizaje que se sustraen al control de la conciencia humana.
Pero el proyecto ADELE, desarrollado en la Universidad Técnica Joanneum de Graz (Austria), da un paso más al adaptar la información ofrecida a los métodos preferidos del estudiante. Para hacerlo, el sistema utiliza tres elementos: una cámara que sigue la mirada del usuario, un software que interpreta estos datos y crea un perfil personalizado, y un almacén de contenidos que se usan en función de las necesidades del usuario.
Así, gracias a la información que se obtiene el sistema sabe por ejemplo si el usuario prefiere que la información le llegue como imágenes o textos, y suministra los datos en la forma correspondiente. En cuanto el usuario repite por tercera vez la lectura de un párrafo determinado, ADELE facilita además informaciones de trasfondo de su memoria, y si salta varios pasajes, se le presenta la misma información de nuevo.
Según el sitio en Internet del proyecto, ADELE podría interesar a los fabricantes hardware (para extender las herramientas de evaluación en tiempo real de los contenidos), plataformas digitales educativas y de gestión del conocimiento (para realizar sistemas más flexibles y adaptables) o editores de contenidos (para mejorar su estructuración y adaptación a la demanda del usuario).




