Transcripción completa de la entrevista a 'Jaime', paciente de Aquilino Polaino en el programa Hora 25 de la Cadena SER
'Jaime' (nombre supuesto), 21 años y estudiante de periodismo, ha pasado esta noche por el programa Hora 25 de la Cadena SER, donde ha relatado su experiencia como paciente de Aquilino Polaino, Catedrático de Psicopatología de la Universidad Complutense, que asegura curar la homosexualidad con su terapia. A Continuación ofrecemos la transcripción íntegra de la entrevista.
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CARLOS LLAMAS: Jaime es un nombre supuesto, no quiere, por distintas razones dar su identidad verdadera. Tiene 21 años, es estudiante, mira por donde de periodismo. Jaime pasó por la consulta de Aquilino Polaino, cuyas afirmaciones en el Senado de que la homosexualidad es una enfermedad han levantado una considerable polémica. Al estimar que un homosexual es un enfermo este señor ofrece una terapia que asegura que cura la enfermedad pero sus métodos han sido denunciados, hasta el punto de que diversos colectivos han pedido a su colegio profesional que sea expulsado del mismo por 'mala praxis médica'. Estos colectivos acusan a Polaino de desarrollar prácticas agresivas para forzar al supuesto paciente asentir repulsión hacia su propia condición. Jaime, buenas noches.
JAIME: Buenas noches, Carlos.
LLAMAS: En esta conversación te voy a hacer preguntas que en algún punto pueden afectar o rozar tu privacidad. Quiero antes de empezar decirte que no hay ningún problema si decides no contestar a alguna de ellas. Estas en tu derecho de no hacerlo.
JAIME: Muy bien.
LLAMAS: Tú fuiste a la consulta del señor Aquilino Polaino, ¿por qué razón?, ¿por voluntad?, ¿porqué te sentiste de algún modo empujado?, ¿por qué?
JAIME: Me sentí más que empujado, presionado por mis padres que cuando se enteraron que tenían un hijo homosexual buscaron por toda España y fuera de España psiquiatras, religiosos y todo tipo de personas que curasen esta patología, como algunos la llaman. Entre ellos el más cercano que encontraron aquí en Madrid fue Aquilino Polanio. Entonces presionado por ellos fui a su consulta.
LLAMAS: Pero, ¿tú tenías algún problema?. ¿Cuando tu familia o tu entorno se enteró de que eras homosexual digamos que se crea un clima que no era el más deseable?
JAIME: Se creó un clima bastante hostil. Les sentó como un jarro de agua fría y mis padres no han sabido aceptarlo bien.
LLAMAS: ¿Tú eres una persona con convicciones religiosas?
JAIME: Yo era una persona con convicciones y sigo siendo una persona espiritual, por llamarlo de alguna manera, pero no son tan religioso por lo menos no tan practicante como lo era antes.
LLAMAS: ¿El descubrimiento de tu tendencia sexual provocó en ti algún tipo de inquietud, algún tipo de rechazo, incluso, algún impulso a negarte a ti mismo esa condición?
JAIME: En absoluto de hecho es una de las primeras cosas que le dije al señor Aquilino. Es algo que sabía desde pequeño, que nunca me causó ningún tipo de trastorno, ni de trauma, que nunca me plantee si tengo que tomar esta opción o la otra, es algo que asumí con normalidad. Nunca me causó ningún tipo de problema.
LLAMAS: De manera que en esta circunstancia, empujado un poco por el entorno, por tu familia, acudes a la consulta de Aquilino Polaino, ¿te pone por delante que si no eres heterosexual estás enfermo, es decir que tu condición de homosexualidad es una enfermedad?, ¿te lo dice en un primer encuentro?
JAIME: Él lo llamó grave trastorno de la identidad sexual, esas fueron sus palabras concretamente. Me dijo que yo sufría un trastorno de la identidad sexual, que era muy grave y que me impedía vivir en un mundo real, que vivía en una especie de burbuja y no me daba cuenta de mi verdadera situación que me iba a llevar a un abismo sin salida.
LLAMAS: Ya y cuando tu le dijeras:'no, no tengo un trastorno de identidad, yo sé claramente lo que soy'.
JAIME: Es lo que le dije, que no tenía ninguna duda, ni tenía ningún problema, pero él me dijo que estaba cegado por mis amigos, cegado por la sociedad que se cree muy progresista y por los grupos, los lobbies gays, los llamó, que están presionando para intentar cambiar un poco la conciencia.
LLAMAS: ¿Cuántas veces acudiste a la consulta?
JAIME: En dos ocasiones, fueron suficientes.
LLAMAS: Se ha dicho de todo como habrás oído sobre sus métodos, sobre sus prácticas. ¿En que consiste su supuesta terapia o al menos la parte de la que te hizo conocedor a ti?
JAIME: Yo sólo acudí dos veces porque tenía 18 años y no podía obligarme a más, pero podría sino haber ido más veces. Al principio él lo describió como una especie de charlas muy intensivas, de unas cuatro o cinco horas de duración. Dijo que con un día o dos a la semana no bastaban sino que tenían que ser seguidas, probablemente todos los días, que así serían un mes o dos como mucho tres meses. Luego él me dijo que se practicarían otra serie de técnicas que iban más allá de la charla y pero que ya las veríamos más adelante. No mencionó nada pero es lo que dijo.
LLAMAS: Ahora hablamos de estas cuestiones. De modo es que la segunda tu dices que se acabó. Decides abandonar y decides acudir a otro profesional.
JAIME: Eso es.
LLAMAS: ¿Y qué es lo que te dice tu nuevo psicólogo, psiquiatra de los métodos de los que les das cuenta?
JAIME: Pues lo mismo que me dijo el farmacéutico al que le lleve las recetas que Aquilino me dio.
LLAMAS: ¿Porque te recetó?
JAIME: Sí me recetó. Tenia que tomarme unas seis o siete pastillas diarias, más 'Idelpren' que es un tranquilizante cada vez que tuviera algún tipo de tensión o antes de acostarme. Más las siete pastillas diarias que eran dos o tres antes de la comida. Y entonces, tanto el farmacéutico como otros psiquiatras, varios, a los que acudí me dijeron que algunos fármacos eran incluso contraproducentes y que ya no se recetaban y menos para una situación como la mía que no tenía ningún tipo de trastorno. Me aconsejaron no tomarlo.
LLAMAS: Te decía antes que se ha dicho de todo sobre el, llamémosle, 'método Polaino' para curar, entrecomillas, a los homosexuales. Que si pone imágenes que mueven a la repugnancia, a la aversión, imágenes aberrantes e incluso se ha oído, y lo desconozco, que llega a aplicar descargas eléctricas, electroshocks.
JAIME: Hombre, yo de su boca no lo he escuchado pero si es cierto que habló con mis padres y que yo ya estaba al tanto, mi madre también me lo dijo, y que es cierto que dijo que en casos extremos había llegado a utilizar esos métodos que eran elctroshocks. Son descargas eléctricas, van pasando una serie de imágenes de chicos y chicas desnudos y si tienes algún tipo de estimulo o de reacción hacia esas imágenes suelta una descarga eléctrica.
LLAMAS: Es decir, para hacerse una idea ustedes que nos escuchan. No sé si recuerdan la película 'La Naranja Mecánica', de Stanley Kubrick, que practicaban este tipo de técnicas de aversión para tratar a adolescentes con una tendencia muy marcada hacia la violencia. Tú en ningún momento asumiste el punto de partida, no llegaste a asumir nunca que por el hecho de ser homosexual padecías algún tipo de enfermedad.
JAIME: No para nada. Él me dijo 'tienes 18 años y eso es lo malo, que eres tú el que vas a decidir sino decidiríamos tus padres y yo, pero como tienes 18 años pues tienes la libertad de tomarte las pastillas o no y de seguir mi terapia o no'. Y yo decidí no seguirla. Y él me advirtió también de las consecuencias de no seguirla claro.
LLAMAS: De manera que en ningún momento llegaste a sentir aversión, quiero decir, no hizo mella el discurso moral que Aquilino Polaino...
JAIME: Él fue claramente a destrozarme moralmente. Lo que pretendía era destruir totalmente mi personalidad y reconstruirla él a su manera y a la manera de mis padres y de la mentalidad de mucha gente. Era eso de lo que se trató. Me dijo que estaba en un pozo sin fondo, en un túnel sin salida, que era incapaz de ver la realidad, que estaba cegado por mis amigos, los que fuesen homosexuales, que él pensaba que eran todos y que si no seguía su terapia de mayor me iba a dar vergüenza andar por la calle, que no iba a poder levantar la cabeza, que iba a ser un desgraciado, y una persona incapaz de amar y ser amado, que él era la única fuerza que me podía ayudar a salir de esa situación.
LLAMAS: Y respecto de la situación física de la consulta. He oído que algún momento tiene cierto aire de oscurantismo, que no está publicitada, que no hay un cartel que anuncie...
JAIME: Sí, eso es, porque yo la primera vez que fui, fui con mi madre y ellas sí sabía donde estaba. La segunda vez que fui, que yo fui solo pues le pregunté al portero porque no recordaba si era la puerta de la derecha o de la izquierda y el portero me dijo que él no conocía ningún Aquilino Polaino ahí y que ahí no había ninguna consulta psiquiatrita. Y es cierto que no hay ningún tipo de cartel, ni de placa indicativa, ni a la puerta, ni fuera, ni dentro, ni, incluso, en el interior de la consulta.
LLAMAS: Jaime y tu entorno, tu familia, ¿ha acabado aceptándote como eres no como quisieran que fueras?
JAIME: Bueno, es una situación complicada y de hecho, pues de momento mi caso casi es el más extremo que conozco porque no lo han aceptado. Es un tema que ha quedado estancado ahí, no se habla. Yo mantengo una relación muy cordial con mis padres, como con ellos todos los días y bien, no hay problema, hablamos de todo tipo de temas pero de este no, este no se saca porque así no hay problemas. Y ellos siguen opinando que a pesar de que Aquilino quizá se excediese un poco en sus declaraciones, que tiene razón. Y como él otros porque han hablado con otros muchos especialistas, psiquiatras bastante conocidos que opinan lo mismo que este señor.
LLAMAS: ¿Conoces a más gente que por la misma razón que tu acudiese a la consulta de Aquilino Polaino?
JAIME: Directamente no. Conozco de más casos porque sé que los ha habido. Mis psiquiatras me hablaron de ellos pero claro, la confidencialidad es la confidencialidad y no pueden decir nada, pero sí sé que ha habido más gente.
LLAMAS: ¿Aquilino Polaino, además de desarrollar su método, hace...lo que pasa es que tú tuviste sólo dos consultas yo no sé si dio tiempo a ello, algún tipo de proselitismo de su fe religiosa?. Quiero decir, ¿hace alusiones a que tales convicciones, supuestamente médicas, que expresa tienen un correlato religioso?
JAIME: Sí, él...bueno lo único que me mencionó es que yo había perdido completamente mis valores religiosos o que estaba a punto de perderlos y que eso pues era algo horrible y que no podía llegar a esa situación porque si perdía mi fe en él, y en la Iglesia y en mis valores religiosos y cristianos pues estaba completamente cegado y que no iba a lograr levantar cabeza.
LLAMAS: ¿Te dijo alguna vez que era miembro del OPUS-DEI?
JAIME: No, no, no lo mencionó.
LLAMAS: ¿Qué opinión te merece el debate político, religioso, moral, social que está provocando toda esta efervescencia?
JAIME: Pues me da un poco de pena porque realmente creo que son grupos minoritarios que desgraciadamente hacen mucho ruido, y mucha fuerza y que intentan distraernos de los verdaderos problemas, a lo mejor, que sufre nuestro país y que sufre el mundo entero. Que haya debates a estas alturas sobre cuestiones como si los homosexuales pueden casarse o no pueden casarse, adoptar o no, pues es triste. Intentan parecernos que España está realmente tan dividida cuando quizá no es así
LLAMAS: ¿Te sorprendió que Aquilino Polaino fuera uno de los expertos convocados, citados al Senado por el PP?
JAIME: Pues sí, la verdad es que sí porque a pesar que todos sabemos cuales son las ideas de determinados partidos políticos sí me sorprendió que sabiendo, porque sabían, los escritos que tiene publicados este ese señor pues lo citen para testificar en el Senado. Me parece un poco...
LLAMAS: Jaime, ¿tú actualmente como vives tu sexualidad?
JAIME: Pues con total normalidad. No tengo ningún tipo de problema. Estudio, trabajo y en cualquier entorno en el que me mueva me muestro tal cual y como soy. No tengo problema.
LLAMAS: Fíjate que te he preguntado esto y me he arrepentido inmediatamente porque desde el lado de la heterosexualidad le preguntamos aun homosexual como vive su homosexualidad porque casi, casi dejamos ahí en el fondo la posibilidad de que sea algo que altere, que no sea algo fruto de la normalidad, la asunción de la condición sexual de cada cual. De manera que cómo vives tu homosexualidad se lo puedo preguntar...sería extraño que se lo preguntara a un heterosexual, pues digo yo que con las mismas alteraciones, problemas, con los mismos goces que pude vivirlo un heterosexual.
Estas haciendo periodismo, ¿te gusta la radio?
JAIME: Me encanta la radio. Este es el medio en el mejor me manejo, de momento.
LLAMAS: Hablas muy bien, la verdad, además con muy bonita voz
JAIME: Gracias.
LLAMAS: Ya digo que Jaime es un nombre supuesto. Gracias Jaime por habernos contado tu historia.
JAIME: A vosotros. Espero que sirva de algo por lo menos a los que nos están escuchando.
LLAMAS: Gracias y mucha suerte.
JAIME: Gracias