El integrista Ahmadineyad da la sorpresa y vence en las presidenciales de Irán
El candidato ultraconservador derrota al favorito, el pragmático Hashemí Rafsanyani
Teherán
El ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, ex alcalde de Teherán, será el nuevo presidente de Irán, tras imponerse en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales al reformista Alí Akbar Hashemí Rafsanyani. Los iraníes han dado la espalda al espíritu reformador del anterior presidente y se agarran al populismo del vencedor para perpetuar el régimen de los ayatolás. El vencedor ha llamado a la reconciliación de los iraníes y ha asegurado que "han dado jaque mate a sus enemigos" en referencia a EEUU.
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Los resultados oficiales dan el 62,9% de los 27,9 millones de votos emitidos para Ahmadineyad, con el 92% de las papeletas escrutadas, según el Ministerio del Interior. Los reformistas tenían puestas sus esperanzas en el populista Hashemí Rafsanyani, a quien en las primeras horas se había dado por ganador.
A medida que ha avanzado la noche la sorprendente victoria se ha tornado en un triunfo aplastante de Ahmadineyad, reconocido de inmediato por fuentes oficiales de su oponente, y que puede suponer el fin de las aperturas en la política iraní. El ex presidente Rafsanyani sólo ha obtenido el 35,7% de los votos. La confirmación de la victoria de Ahmadineyad llegó con las declaraciones de un portavoz del candidato pragmático, que reconoció lacónicamente la derrota: "Se acabó". No obstante, antes de conocerse los resultados el Ministerio del Interior había dado incompresiblemente como vencedor a Rafsanyani.
En las elecciones han participado el 47% de los electores con derecho a voto, una alta abstención que, como temían los reformistas, ha acabado por perjudicarles. Los llamamientos de los distintos líderes del país a votar -como el todavía presidente, el aperturista Mohamed Jatamí- no han surtido efecto, así como los mensajes de Rafsanyani de que una derrota llevará al país al extremismo.
Los reformistas temen que el nuevo presidente de la república islámica restrinja las libertades alcanzadas en el país en el pasado. El ayatolá Hashemí Rafsanyani, político pragmático candidato de la clase empresarial y consciente de las necesidades del país, fue considerado el favorito desde el principio. Se presentaba como la opción "centrista" frente a la alternativa de su adversario.




