La central nuclear Vandellós II, en Tarragona, se conectará el próximo sábado
Tras estar parada cinco meses
La central nuclear de Vandellós II (Tarragona) se conectará a la red la noche del próximo sábado tras estar parada más de cinco meses por un problema de corrosión en su sistema de aguas esenciales, el que refrigera el reactor. Según dijeron hoy fuentes de la central, la conexión está prevista para última hora del sábado o primera de la madrugada del domingo, una semana después de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) autorizara su puesta en marcha.
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La central podrá arrancar aunque con un "condicionado" que garantice en todo momento que la planta ha superado el problema de corrosión que le afectaba. Vandellós II detectó el 25 de agosto del año pasado un problema de corrosión en su tren B del sistema de aguas esenciales, el que refrigera el reactor, y tras estar parada dos días volvió a la red hasta el 15 de marzo.
En esa fecha, sus titulares (Endesa, con un 72%, e Iberdrola, con un 38%), decidieron adelantar la parada de recarga de combustible programada para cuatro días después debido a que se habían detectado nuevas fugas. El incidente detectado el 25 de agosto se calificó inicialmente con un nivel "0", es decir, sin trascendencia para la seguridad. En octubre pasó a ser un "1", y el CSN acabó otorgándole un "2" en el mes de mayo, el más grave en las nucleares españolas desde 1992.
El suceso consistió en la detección de una fuga por corrosión en un tramo de la tubería de uno de los sistemas redundantes (tren B) de agua de mar de refrigeración de servicios esenciales. El 8 de octubre, el suceso se recalificó a nivel "1" ya que una vez realizada la reparación oportuna se procedió a investigar el otro sistema redundante (tren A), "encontrando una situación que hubiera podido evolucionar de forma similar a la anterior". El 15 de marzo la central nuclear adelantó su parada de recarga prevista para el día 19 de ese mismo mes, tras "las nuevas indicaciones de fuga en el sistema de agua de servicios esenciales detectadas en las inspecciones realizadas esos días".
El objeto de adelantar la parada fue el comienzo las actividades del plan de actuación previsto por el titular para solventar de forma definitiva las deficiencias relacionadas con la integridad estructural de las bocas de hombre del sistema de agua de servicios esenciales. El 30 de mayo de 2004 el CSN reconocía en un informe que el suceso alcanzaba un nivel "2" en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), un "incidente con fallo significativo" pero subsiste una defensa en profundidad suficiente "para hacer frente a fallos adicionales", una calificación que tuvo por última vez Trillo (Guadalajara) en 1992.
El documento matizaba que el suceso alcanzaba un nivel "2" porque "daba crédito" a que en el momento del incidente había una bomba en la central capaz de inyectar agua y mantener la integridad del reactor porque, si no, habría sido un "3" como reclamaron en repetidas ocasiones las organizaciones ecologistas. El CSN explicó que la reclasificación obedecía a factores adicionales agravantes como son que el titular, a pesar de conocer un proceso de "corrosión generalizada" en las tuberías y problemas en las bocas de hombre por no estar "adecuadamente protegidas", no tomó las medidas oportunas.




