Un cementerio de Granada convertirá las cenizas en diamantes
El servicio costará como mínimo 3.700 euros
La Empresa Municipal del Cementerio y Servicios Funerarios de Granada (Emucesa) ofrecerá a partir del próximo año convertir las cenizas de un ser querido en un diamante único e irrepetible de entre 0,30 y un quilate. Así, aquellos que lo deseen podrán materializar el recuerdo de sus allegados y llevarlos engastados en un anillo o un colgante.
Esta empresa sería la primera en Andalucía en ofrecer este servicio, si prosperan las conversaciones con la firma suiza Algordanza, con sede en Chur, capital del cantón de los Grisones y que en el idioma local, el romanche, quiere decir "recuerdo". Se trata de que "las personas que sufren la pérdida de un ser querido permanezcan unidos a él sin límites de tiempo y lugar", dijo la presidenta de Algordanza Ibérica, Jasmine de La Vega.
"Es una opción cara, que como mínimo cuesta 3.700 euros", explicó De La Vega, quien añadió que la duración del proceso depende de los quilates de la joya que quiera la familia, ya que un diamante de un quilate supone un trabajo que dura al menos diez semanas y que se basa en un análisis de las cenizas, a las que se le extrae el carbono que se trata y se transforma en lo que Marilyn Monroe definió como "el mejor amigo de una mujer".
De la Vega dijo que esta opción no debe resultar "tan rara" en España, donde "es bastante común tener relicarios en las casas". Añadió que la buena aceptación de la propuesta, implantada en ciudades como Barcelona y Madrid, "traspasa fronteras y culturas", por lo que dijo estar "emocionada" con que se pueda cerrar el trato con la empresa municipal granadina.
El proceso respeta la naturaleza de las cenizas y no agrega color ni grafito, lo que conlleva que los diamantes sean siempre distintos unos de otros y tengan una tonalidad azulada por la presencia de boro en el organismo. Además, el servicio incluye la entrega a la familia de la joya de manera personal, un análisis químico con las características de las cenizas y un certificado del Instituto Gemológico Suizo, así como la posibilidad de grabar con láser una inscripción microscópica.




