4.000 personas podrían morir por la radiación de Chernóbil
Es la conclusión de un informe de la ONU en el que han participado 100 científicos
Hasta 4.000 personas podrían morir a causa de la radiación a la que se vieron expuestas tras la explosión de la central nuclear de Chernóbil, hace casi 20 años. Son datos recogidos en el nuevo informe publicado por la ONU, titulado "La herencia de Chernóbil: repercusiones sanitarias, ambientales y socioeconómicas".
Estas personas que podrían morir en el futuro a causa de enfermedades como el cáncer forman parte del grupo de 600.000 personas más directamente expuestas a la radiactividad, entre ellos 116.000 evacuados y 270.000 residentes en las zonas más afectadas.
Más información
El grupo de más riesgo son las 1.000 personas, entre los empleados del reactor, que sufrieron una exposición intensa los primeros dos días, junto a 200.000 personas de los servicios de emergencia que ayudaron a mitigar los efectos del accidente, de los que se estima que 2.200 morirán por "causas relacionadas con la exposición", según el informe.
Además, se pone de relieve en el documento que cinco millones de personas viven actualmente en zonas de Bielorrusia, Rusia y Ucrania están contaminadas con radionucleidos debido al accidente, de las que 100.000 reciben dosis más altas de radiación de las recomendadas.
Pesimismo en la población
Kalman Mizsei, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), asegura que tras el desastre se creó una "mitología en torno al desastre de Chernobil" que fomentó el victimismo. La falta de información ofrecida a la población por la entonces Unión Soviètica elevó las dimensiones de la tragedia y afectó al comportamiento de los afectados.
"Si uno piensa que va a morir, entonces decide dejar de lado su salud", aseguró el experto, al poner como ejemplo las altísimas tasas de alcoholismo y tabaquismo. "He llegado a encontrar personas que me aseguraban que el vodka ayudaba a sobrellevar la radiación", dijo. Otros efectos sobre la población son los casos de "estrés, depresión, ansiedad y síntomas físicos sin explicación médica, incluso trastornos imaginarios", que el informe atribuye al fatalismo de la población afectada.




