El líder republicano del Congreso de EEUU, acusado de financiación ilegal
Tom DeLay recibió contribuciones de empresas en la campaña de Texas en 2002
El líder republicano en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Tom DeLay, ha sido acusado por un jurado de Texas de conspiración para financiar ilegalmente la campaña electoral del año 2002 en este Estado. El dirigente ha renunciado a su cargo de portavoz en la Cámara, pero no a su escaño.
Se trata de una acusación formal sobre un caso que venía siendo investigado desde hace dos años. Según el jurado de investigación de Texas, Tom DeLay participó en un "esquema conspirativo" que tenía como fin lograr una financiación oculta, a través de contribuciones de empresas, del Partido Republicano.
Más información
Además, varias empresas también están involucradas, según los documentos que maneja la fiscalía. La ley estatal de Texas prohíbe el uso de donaciones de las empresas para financiar actividades de campaña electoral.
Junto a DeLay también han sido acusados dos de sus colaboradores más estrechos: John Colyandro -ex director ejecutivo de su comité de acción política- y Jim Ellis -actual director de su comité político nacional-. Los tres podrían acabar en prisión.
Adiós a su asalto a la Casa Blanca
El hecho de que haya sido sentenciado por un gran jurado le aparta de la lista de posibles candidatos a sustituir a Bush en la Casa Blanca. A pesar de que siempre ha negado estas acusaciones, ha anunciado que se aparta de las labores de portavoz de su grupo en la Cámara de Representantes, tal y como obliga las normas internas del partido republicano, pero no así de su escaño.
DeLay es uno de los máximos dirigentes del partido del presidente, George W. Bush, cabecilla de la corriente más ultraconservadora de su formación. Además, tuvo mucho protagonismo en el mes de marzo de este año, cuando encabezó el grupo de congresistas que se opuso a la desconexión de la tetrapléjica Terri Schiavo.
