Homenaje a los 17 militares muertos en Afganistán en el desfile de la Fiesta Nacional

Los Reyes presidieron el desfile del Día de la Fiesta Nacional, en el que han participado unos 3.700 militares, 80 aeronaves y 182 vehículos. Desde las 10.45 horas el Paseo de la Castellana de Madrid, entre la plaza de Emilio Castelar y Cibeles, fue el escenario del acto central. Tras la parada militar, el Gobierno recibió abucheos de un sector minoritario del público.

El desfile de la Fiesta Nacional tuvo este año varias novedades. A los 3.700 militares españoles que desfilaron por la Castellana les acompañaron 125 procedentes de todos los países iberoamericanos, excepto Cuba, que declinó la invitación del gobierno español.

Esta decisión no ha impedido que un ciudadano haya colgado en un balcón de la plaza de Colón una bandera cubana, justo detrás de la tribuna de autoridades.

La segunda novedad fue que por primera vez se exhibió una batería de misiles 'Patriot'. Por último, antes del inicio del desfile se rindieron honores a los diecisiete militares fallecidos este verano en Afganistán. El sonido del himno 'La muerte no es el final' estuvo acompañado de las lágrimas de algunos familiares que han participado en el homenaje.

Maragall y la Princesa Letizia centran todas las miradas

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Los Reyes presidieron el acto, acompañados del resto de miembros de la Familia Real, así como los presidentes del Congreso, del Senado y del Gobierno. En esta tribuna de autoridades todas las miradas estaban centradas en la princesa de Asturias, Letizia Ortiz, a quien le queda menos de un mes para dar a luz, y que ha permanecido sentada durante casi todo el desfile.

Asistieron también todos los ministros y presidentes autonómicos, excepto Juan José Ibarretxe, como ya ha sucedido otros años, y Manuel Cháves, quien excusó su ausencia por motivos personales. Entre las ausencias también hubo que contar, como otros años, la de los representantes de los partidos nacionalistas.

Sin embargo, sí estuvo el presidente de la Generalitat catalana, Pasqual Maragall, a quien se han dirigido todas las miradas y comentarios. Durante todo el desfile ha estado sentado junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, con quien no ha parado de hablar.

Abucheos a Zapatero

Otros dos que no han parado de hablar ha sido el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el portavoz parlamentario de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba. Rajoy se ha puesto de pie, no sin dudar hasta que otros lo han hecho, al paso de las banderas iberoamericanas.

El único incidente que se ha registrado ha sido cuando un grupo de espectadores, que ocupaban una de las gradas junto al desfile, el más cercano a las autoridades, abucheó al Gobierno tanto a su llegada a la Castellana como cuando se retiraba del lugar, sin que el incidente pasara a mayores.