Sociedad

Declara la reportera de 'The New York Times' que ocultó sus fuentes

Un fiscal federal solicita la comparecencia de Judith Miller para que aclare sus conversaciones con el jefe de gabinete de Cheney

Washington

El fiscal federal estadonunidense Patrick Fitzgerald ha solicitado una nueva comparecencia ante el juez de la periodista de The New York Times Judith Miller, que pasó 85 días en prisión por negarse a testificar sobre la filtración del nombre de una agente secreto de la CIA. El fiscal ha pedido que la periodista declara nuevamente ante el tribunal que investiga el caso para que Miller aclares las notas registradas sobre las conversaciones que mantuvo con Lewis Libby, jefe de gabinete del vicepresidente Dick Cheney.

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Bill Keller, director ejecutivo del diario, ha señalado en una nota al personal de la publicación que Miller comparecerá ante el jurado para complementar su testimonio sobre conversaciones que mantuvo con Lewis Libby, un asesor del vicepresidente estadounidense, Dick Cheney. El jurado, encabezado por el fiscal Patrick Fitzgerald, trata de determinar si existen fundamentos para iniciar un proceso judicial contra quienes hayan revelado la identidad de Valerie Palme como agente de la CIA, el servicio de espionaje estadounidense.

Esa acción es penada por la ley en EE UU y el esposo de Plame, el diplomático Joseph Wilson, denunció en 2003 que la revelación de la identidad de la mujer fue en represalia por críticas que él había formulado contra la política en Irak del presidente de EEUU, George W. Bush. Miller pasó 85 días en la cárcel por negarse a identificar las fuentes de su información sobre Plame y sólo el 30 de septiembre reveló que Libby había sido la fuente, después de que éste la autorizara a hacerlo.

El caso ha salpicado a Karl Rove, el principal asesor político de Bush, quien tendrá que comparecer por cuarta ocasión esta semana ante el jurado investigador. Fuentes judiciales han señalado que Rove podría ser acusado judicialmente de participar en la revelación del nombre de una agente de la CIA y de perjurio y obstrucción de la justicia. Sus abogados han señalado que Rove nunca fue parte de una campaña para desacreditar a Wilson. "Karl ha sostenido de manera permanente y reiterada que no intervino en ninguna campaña para castigar a Joe Wilson mediante la revelación de la identidad de su esposa", ha afirmado el abogado Robert Luskin.

Miller fue encarcelada el 6 de julio tras su negativa a comparecer ante un gran jurado que investiga qué miembro del Gobierno de Estados Unidos le filtró el nombre una agente secreta de la CIA, Valerie Plame. Todo ello pese a que Miller no había escrito ningún artículo, aunque el juez consideró que había manejado información que podía ser importante para la investigación del caso. En EE UU la revelación a sabiendas de la identidad de un espía es considerado un delito.

La ocupación secreta de Valerie Plame se conoció en 2003, curiosamente poco días después de que su marido, el ex embajador Joseph Wilson, publicase un artículo en la prensa en el que desacreditaba la acusación lanzada por el presidente de EE UU, George W. Bush, de que Sadam Husein había intentado comprar uranio en Níger para fabricar bombas atómicas. Wilson afirmó que la filtración de la verdadera ocupación de su esposa fue una represalia de la Casa Blanca por sus críticas y culpó de ello a Lewis Libby, jefe de gabinete del vicepresidente Dick Cheney.