El 44,8% de los conductores admite que no sabe colocar los triángulos de emergencia
El 92% se consideran buenos o muy buenos al volante
El 44,8% de los conductores españoles admite que no sabe colocar correctamente los triángulos de emergencia, mientras que sólo el 56,4% de los automovilistas conoce realmente lo que es el ABS, según el informe PISA, una encuesta realizada entre más de 2.700 conductores europeos de doce países, en la que ha participado el RACC Automóvil Club.
La encuesta revela que el 20% de los conductores fueron incapaces de encontrar información en su vehículo sobre la correcta presión de los neumáticos, en tanto que un 1,2% no encontró el interruptor de las luces de emergencia. Además, el 2,4% de los encuestados no llevaba triángulo de emergencia.
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En conjunto, los resultados de la muestra española demuestran que el conductor español está bastante informado por lo que respecta a la seguridad vial, pero está muy lejos de la media europea en cuanto al conocimiento del propio vehículo y sus elementos de seguridad activa y pasiva.
El 92,2% de los conductores españoles se consideran buenos o muy buenos al volante. Aun así, está cifra es la cuarta más baja de todos los países estudiados, donde los conductores se tienen en mayor consideración, ya que la media europea en este aspecto es del 94%.
Además, el 96,1% de los entrevistados en España señaló correctamente cuál es la normativa actual en materia de seguridad infantil en el vehículo, el 97,6% declaró que todos los ocupantes del vehículo están obligados a utilizar el cinturón de seguridad y el 51,2% aseguró que no se puede hablar por teléfono móvil al volante, mientras que un 47% afirmó que sólo se puede utilizar el manos libres.
En cuanto a algunos comportamientos de seguridad adicionales, el 43,4% de los conductores no sabe ajustar en la posición correcta el reposacabezas del asiento, incluso uno de cada cuatro automovilistas declara que la posición correcta de este elemento de seguridad pasiva es hacer coincidir el borde superior con la nuca, con el peligro de lesión cervical grave que conlleva esta ubicación en caso de colisión.