La muerte del desaparecido y del bebé elevan a cinco los fallecidos en la explosión de Tarragona
Cuatro de ellos son miembros de la misma familia: la madre y sus tres hijos de 5, 3 años y un bebé de un mes
Una mujer de 37 años y sus tres hijos, de 5 y 3 años y un bebé de un mes, murieron anoche al derrumbarse un edificio en el centro de Tarragona a causa, según las primeras investigaciones, de una explosión de gas. Además, ha sido encontrado entre los escombros el hombre de mediana edad que se había dado por desaparecido, y en cuya vivienda se sospecha que se pudo producir la deflagración. El alcalde en funciones de Tarragona, Francesc Ricomá, no ha descartado que la explosión de gas se haya podido producir por un suicidio.
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Una llamada telefónica alertaba sobre las 23.06 horas de la noche de que se había registrado una explosión en un edificio ubicado en pleno centro de Tarragona, concretamente en el número 72 de la Rambla Nova. Los primeros indicios apuntan al gas natural como causante de la explosión, aunque este extremo todavía no ha sido confirmado. El ayuntamiento de Tarragona ha decretado tres días de luto oficial.
Los muertos son miembros de una misma familia que al parecer residían en una vivienda de los pisos superiores del inmueble siniestrado. Se trata de una mujer de 37 años y sus dos hijos, de 3 y 5 años, que murieron anoche, y el bebé de la mujer, de un mes, que ha muerto esta mañana.
Además, también ha sido encontrado sin vida el cuerpo del vecino que los servicios de emergencia han estado buscando durante la pasada noche y esta mañana. Se trata de un hombre de mediana edad, que vivía desde hacía dos días en la vivienda donde se sospecha que se originó la explosión.
El padre de los menores, de 36 años, tuvo que ser atendido de una crisis de ansiedad como consecuencia de lo sucedido y está herido leve. Además del padre, otras seis personas han resultado heridas de diversa consideración. El más grave es un turista alemán que pasaba por el lugar en el momento del derrumbamiento.
La explosión se produjo en un inmueble de viviendas de cuatro plantas cuyas fachadas dan a la calle Fortuny y a la Rambla Nova. Como consecuencia de la deflagración, los dos últimos pisos del edificio han quedado reducidos a escombros.
