La soledad puede ser genética
Según un estudio conjunto de las universidades de Amsterdam y Chicago
La soledad puede ser genética, según asegura un estudio conjunto publicado por la Universidad de Chicago y de Amsterdan. Esta patología está demostrado que afecta a la salud, y especialmente al corazón.
Hasta ahora se sabía que la obesidad, la infidelidad y algunas enfermedades estaban en los genes y eran previsibles gracias al ADN. Ahora, según un estudio publicado por la universidad de Chicago y la de Amsterdan, también la soledad.
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Existía una predisposición genética a padecer esa sensación según las investigaciones sobre gemelos idénticos y no idénticos en Holanda. En ellos es más fácil discernir la influencia genética y demuestran que existe una predisposición o vulnerabilidad a padecer la soledad por cuestiones genéticas.
La razón que llevó a ambos centros universitarios a estudiar el fenómeno de la soledad es porque está demostrado que es mala para la salud y afecta especialmente al corazón.
Una vez comprobado que existen componentes hereditarios, ya no se puede decir que en la soledad sólo influye lo ambiental.
En el informe también se deja claro que es necesario diferenciar entre la soledad deseada y la que provoca angustia, cuando al estar sólo se vive persecutoriamente como un signo de castigo, abandono o rechazo.