La Paz indemniza a una mujer que perdió un bebé por una negligencia médica
Se produjo un retraso "inexcusable" de una cesárea
El Hospital Universitario de La Paz ha tenido que indemnizar con 20.000 euros a una paciente que, tras ingresar en el centro sanitario para que le practicasen una cesárea de urgencia ante los débiles latidos que presentaba uno de los gemelos que esperaba, permaneció dos días en lista debido a la programación de otros partos, por lo que el bebé falleció.
Según informó hoy la Asociación del Defensor del Paciente (ADEPA), una vez ocurridos los hechos se abrió la oportuna instrucción de procedimiento dentro del hospital, que determinó un retraso "inexcusable" en la realización de la cesárea, por lo que la mujer llegó a un acuerdo económico con la compañía de seguros de la Seguridad Social.
A.S.B. se sometió a tratamiento de fecundación in vitro (FIV) en el Hospital Universitario La Paz en enero de 2003. Las ecografías que se le practicaron durante el período de gestación evidenciaron la existencia de embarazo gemelar, comunicándosele que con toda seguridad sería necesario programar el parto para evitar complicaciones.
Con fecha 22 de septiembre de ese mismo año, en su 37 semana de amenorrea, una ecografía de la mujer puso de manifiesto que uno de los gemelos presentaba una disminución de líquido amniótico. Tres semanas después, concretamente el 13 de octubre, la paciente acudió al Hospital de El Escorial, desde donde fue derivada a La Paz para que se le practicase la cesárea de urgencia, aunque permaneció dos días en su habitación tras comunicarle que antes había otros partos programados.
Durante su estancia se le realizaron numerosos registros ecográficos, en el curso de los cuales se detectó que uno de los fetos tenía un latido cardiaco muy débil. A pesar de ello, ningún facultativo ordenó la práctica de cesárea de manera inmediata, posponiéndola para el día 15 de octubre. Finalmente, el parto tuvo lugar dicho día, a las 10.00 horas, pero cuando A.S.B. despertó de la anestesia se le comunicó que uno de los bebés había nacido muerto.




