Copa del Rey / El Real Madrid vence al Athletic en San Mamés (0-1)

El Real Madrid recuperó la sonrisa en 2006 y venció por 0-1 en el feudo del Athletic, algo que no se producía desde 1998. Pese a las ausencias, el Madrid dio siempre la cara y encontró el gol quizás cuando menos lo esperaba.

Athletic y Real Madrid se entregaron en el primer tiempo. Fue un encuentro intenso (amarillas a Guti y Mejía antes del cuarto de hora), sin demasiada calidad porque eso es algo que no regala ni el Chelsea, y en el que el Madrid dio réplica como visitante.

Ya a los cuatro minutos Beckham asustó de libre directo. Lo mismo que el debutante Aduriz impresionó a Diego López con un remate a bocajarro que salvó con oficio el meta madridista, al que López Caro premia su esfuerzo diario con la titularidad en la Copa del Rey.

En esas estaba el partido. De un área a otra y tiro porque me toca. Ida y vuelta, entrega, pasión, pero ausencia de goles. Legales, al menos. El árbitro le quitó uno al Madrid, por fuera de juego inexistente de Robinho (16') en acción que culminó Soldado, honrado delantero centro que compaginó sentimientos encontrados: satisfacción por jugar en lugar de Ronaldo y pesar por su futuro ante la llegada de Cassano.

El Madrid, que dio la impresión de estar bien ordenado con un clásico 4-2-3-1, cedió, eso sí, en los habituales despistes defensivos, acentuados quizás sin Helguera o Roberto Carlos. Es por eso que el Athletic acumuló ocasiones realmente propicias, como un cabezazo de Etxeberría (33') o un remate agónico de Julen Guerrero (¡Existe!) que volvió a servir de lucimiento a Diego López.

Robinho y Baptista, examinados con lupa pues su rendimiento se aleja del esperado, no desentonaron. Libre el primero por banda izquierda, se arrancó con ganas y varias veces. El segundo, entrando por el centro, trató sin fortuna de reencontrarse con el apodo de 'La Bestia' ante 'Los leones', lindezas zoológicas pintiparadas.

'Progressive'

La segunda mitad mantuvo la intensidad. Se espesó el encuentro, por el esfuerzo físico previo, aunque el ritmo siguió en lo alto. Algo así como el 'progressive' que defiende el 'Neng'. No hubo tantas llegadas. Menos claras, aunque algunas reseñables. Los esfuerzos rematadores sin premio de Julen Guerrero o una contra culminada sin acierto por Baptista.

Clemente dio primero con los cambios. Llorente por Etxeberría y Yeste por Julen. Sacó madera para seguir calentado la caldera en la que se cocía romper las gafas del marcador. López Caro tardó un poco más, pero tiró de repertorio lujoso. Zidane entró por Soldado, con lo que la responsabilidad del gol quedó casi enterita para Baptista. Cambio, cuanto menos, sorprendente. De aquellos que Luxa gustaba para hacer amigos entre comillas. Pero los reyes magos del fútbol estaban con el técnico madridista.

Tras librarse del 1-0, en remates de Yeste, de falta, y de Llorente, una contra mortal le dio al Madrid medio pase para cuartos de final. Guti abrió a Robinho y su centro lo alcanzó Beckham, que celebró el tanto con rabia en un estadio donde no se le aprecia. Los innumerables objetos que le lanzaron así lo evidenciaron.

San Mamés, acostumbrado a penar esta temporada, apenas ya tuvo fuerzas para recuperarse. El que fuera rey de Copas está más centrado en no bajar (así de claro) y su ambición no le llegó ni para empatar. Se estrelló ante la improvisada defensa de Caro, reforzada al final con Woodgate. Soñar con una gesta clasificatoria en el Bernabéu la semana que viene es eso, un sueño. Pero el Madrid tampoco está para fiarse. Así que...