Condenado un marroquí en Francia por secuestrar durante años a sus hijas
Las cuatro niñas tenían prohibido estudiar y salir a la calle a jugar
Un hombre de nacionalidad marroquí ha sido condenado en Francia a diez meses de cárcel por mantener encerradas a su mujer y a sus cuatro hijas alegando motivos religiosos. Las niñas no podían ir a la escuela, ni correr por el parque.
Un tribunal de Valence, en el sureste de Francia, le reconoce culpable no de haber mantenido retenidas durante años a sus cuatro hijas de edades comprendidas entre los 4 y los 14 años, sino de haberlas impedido ir al colegio.
Fue una de ellas quien el verano pasado telefoneaba al servicio de atención al menor después de que un asistente social le pasase el teléfono en una de sus escasas salidas del apartamento familiar hasta el portal del edificio de viviendas sociales en el que vivían.
El padre, un marroquí de 45 años en paro, ha justificado su actitud porque no quería que fuesen sin velo al colegio y porque, a su juicio, nadie más que él les podía dar una educación decente. El caso es que fue su madre quien les enseñó a leer utilizando los únicos libros que tenía en la casa: el Corán y unos manuales religiosos.
Ahora la mujer vive en otra ciudad y las hijas en un centro de acogida. Lo primero que pidieron al llegar fue correr por el parque próximo. Algo que también les había prohibido durante años su padre, quien no les inscribió en el colegio pero sí percibía los subsidios por familia numerosa, incluidas las ayudas escolares.




