California ejecuta a un condenado de 76 años, ciego, sordo y enfermo
Clarence Ray Allen recibió una inyección letal
El estado de California ejecutó esta madrugada (mañana hora española) a Clarence Ray Allen, un reo ciego y sordo que acababa de cumplir 76 años. Pese a las reiteradas peticiones de clemencia al gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, se cumplió su sentencia a muerte, dictada en 1982 por ordenar el asesinato de tres testigos de cargo.
El Tribunal Supremo rechazó, tan sólo unas horas antes de la ejecución, la petición final de clemencia del condenado, en la que argumentaba que está enfermo y que es demasiado mayor para ser ejecutado. Además de ciego, sordo y diabético, el ejecutado se desplazaba en silla de ruedas y el año pasado sufrió un ataque al corazón.
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Allen, el preso de más edad en el corredor de la muerte de la prisión de San Quintín, recibió una inyección letal, tal y como estipulan las leyes californianas, un minuto después de la medianoche en la cámara de la muerte del penal ubicado en la bahía de San Francisco.
Allen ordenó asesinar, mientras cumplía una condena a cadena perpetua por otro asesinato, a tres testigos de cargo, según dijeron los fiscales.
El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, rechazó concederle la clemencia el viernes último bajo el argumento de que la cadena perpetua "no es el castigo adecuado para alguien que ordena asesinar testigos cuando está cumpliendo una condena de cárcel de por vida".
