Los buscadores revelan información personal de pretendientes y empleados
El uso de esta herramienta para conocer información sobre las personas que nos rodean es cada vez más popular
Madrid
Los buscadores se han convertido en un gran aliado a la hora de realizar averiguaciones sobre sus empleados, su jefe o sus pretendientes. Un elevado porcentaje de las 2,9 millones de consultas mensuales que recibe Google en EEUU responde a pesquisas que buscan obtener datos sobre la vida privada, el trabajo y los gustos de otras personas, aunque en ocasiones esta actividad pueda desembocar en sorpresas desagradables.
Jacob Nielsen, gurú de la usabilidad de las páginas webs, publicó recientemente una lista de diez puntos en la que enumeraba lo que a su juicio son los errores más comunes de los blogs. En noveno lugar de esta lista figura "olvidad que escribes para tu futuro jefe". Nielsen sostiene que cuando se escribe algo en internet se debe pensar la impresión que esa información dejará dentro de diez años en alguien que nos tiene que dar trabajo. Y no le falta razón.
El uso de la Red se ha extendido tanto por el tejido social que en la actualidad es sencillo encontrar todo tipo de datos, no sólo los relativos a las actividades del Gobierno. Todo tipo de internautas se interesan cada vez más sobre datos personales que van desde las aficiones hasta el número de cuenta bancaria o la fortuna personal. Hay padres que googlean a sus futuros yernos, empleados que quieren saber más de sus jefes y, por supuesto, jefes que desean saber de las costumbres de sus subordinados.
Una encuesta realizada en 2004 por Harris Interactive para el buscador Dogpile señalaba que más de 23% de los usuarios adultos de Internet en EE UU habían utilizado en alguna vez los buscadores para encontrar información sobre sus clientes, trabajadores o futuros empleados. La mayoría dijo que lo hacía por curiosidad.
Sorpresas en los resultados
Las búsquedas en Internet, comúnmente a través de Google, se utilizan también para comprobar datos sobre el último ligue o pretendiente. Hacerlo puede deparar sorpresas inesperadas, como la que según medios locales se llevó Pam Smith, una estadounidense que descubrió gracias a la Red que el hombre con el que había salido en tres ocasiones era una de las personas más buscadas del estado de Maine. "Era el chico más amable que puedas imaginar conocer (...), pero ahora me siento como una loca", afirma tras el descubrimiento.
En otro caso reciente de recopilación de información en Internet el diario estadounidense Chicago Tribune ha publicado que logró descubrir la identidad de más de 2.600 empleados de la CIA y la localización de una docena de sus instalaciones secretas recopilando información pública que se hallaba en Internet. Un portavoz de la agencia de seguridad admitía tras conocer el caso que "el secreto se ha convertido en un tema complicado en la era de Internet".
David Holtzman, experto en privacidad de datos en Internet y director de GlobalPOV, afirma que este fenómeno "comenzó hace unos dos años en EEUU, pero posteriormente se ha ido trasladando a otros países". El presidente ejecutivo de Google, Eric Schmidt, fue el año pasado una de las víctimas de estas prácticas. La página especializada en noticias tecnológicas News.com utilizó al directivo como ejemplo para explicar lo fácil que es encontrar datos sobre otra persona en Internet, y a Schmidt no le hizo ninguna gracia. Pero "la gente se tendrá que acostumbrar a la idea de que otras personas puedan conocer más sobre su vida de lo que a ellos les gustaría", según Holtzman.
Lo que originalmente era un campo limitado a grandes estrellas del mundo del espectáculo o la política se ha convertido en la pesadilla de miles de personas anónimas que ven cómo su vida privada pasa de un ordenador a otro con la rapidez de un clic. "Antes sólo aparecían en Google las personas famosas, sin embargo, en la actualidad cualquier información personal puede aparecer en el ordenador de alguien que nos busque en Google", asegura Holtzman. El experto afirma además que "la mayor parte de la gente no sabe que sus datos privados aparecen en Internet.




