Declarado inocente el español acusado de asesinar a una fiscal en Bolivia

Javier Villanueva de Mortino, el sevillano de 29 años absuelto por un tribunal de Bolivia del cargo que pesaba contra él por asesinato de una fiscal anticorrupción en 2004, ha dicho en el programa Hora 25 que éste "es el día más feliz" de su vida.

Villanueva, aliviado, ha declarado a Carlos Llamas en Hora 25 que "gracias a dios se ha hecho justicia porque no se puede condenar a un inocente, como ha dicho el juez".

Este español ha revivido el horror de ser acusado de un asesinato. "¿Cómo puede ser que me hayan tenido preso 17 meses y me absuelvan por falta de pruebas?", se ha preguntado Villanueva, quien ha manifestado su deseo de volver a "España, en cuanto pueda".

Empresario e hijo de un médico, Villanueva ha tenido un recuerdo especial para su novia, boliviana, "la pieza clave, la persona que más me ha ayudado, me ha alimentado, me ha llevado la ropa al penal. En ningún momento me abandonó, a pesar de que ha sufrido todo tipo de humillaciones". Asimismo, ha mencionado a su padre: "Un ángel de la guarda que ha hecho un esfuerzo tremendamente grande". Del proceso ha destacado "lo caro que salen las acusaciones en contra".

Entre los peores momentos vividos en esta historia kafkiana ha recordado la detención, el 28 de abril de 2004: "Fue terrible, las torturas fueron aún peor, estuve cerca de desaparecer, ha habido muchos momentos malos".

El tribunal cuarto de sentencia penal de la ciudad de Santa Cruz dictó un veredicto absolutorio para Villanueva después de dos años de proceso. Al principio, el acusado se declaró culpable, aunque después señaló que había confesado bajo tortura.

Tras escuchar la sentencia con la que vuelve a la libertad, Villanueva lloró y se abrazó a su padre, que estaba en la sala. Villanueva permaneció en la cárcel de Palamasola más de un año y medio y desde el pasado noviembre cumplía arresto domiciliario en un apartamento de Santa Cruz.

Falta de pruebas

El juez Jaime Cruz justifica su decisión por la falta de pruebas. Mientras que el fiscal mantenía que Villanueva y otros dos individuos formaban una banda que cometió el atentado con bomba que causó la muerte de la fiscal Von Borries el 27 de febrero de 2004. El juzgado absolvió a Villanueva "al ser insuficientes los medios probatorios" para demostrar su "participación y responsabilidad penal".

El juez también señaló como argumento la falta de "plena y necesaria convicción de su culpabilidad y responsabilidad penal, generándose una duda razonable en el espíritu del juzgador".