El BBVA presenta sus resultados en una Junta marcada por el polémico blindaje de su directiva
Los sindicatos preguntan al presidente por la multimillonaria cláusula por despido que se ha hecho
El BBVA ha presentado esta mañana en Bilbao las mejores cuentas logradas por la entidad bancaria en su historia. En la Junta General Ordinaria de Accionistas se ha dado a conocer la revalorización de las acciones por encima del 30% desde la celebración de la anterior junta. Pero lo más llamativo ha sido la exigencia de explicaciones por parte de los sindicatos al presidente sobre el blindaje multimillonario se se ha hecho para él y algunos directivos, justo cuando se recomienda desde la entidad el abaratamiento para el resto.
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La entidad que preside Francisco González ha puesto sobre la mesa las cuentas del año 2005, que supusieron un nuevo récord, tras mejorar un 30,2% su beneficio, hasta alcanzar los 3.806 millones de euros. Los participantes del capital social de la entidad recibirán, por ello, un dividendo de 0,531 euros por acción (20,1% más que 2004).
Durante su extenso discurso, el presidente de la entidad no ha hecho ninguna referencia al blindaje multimillonario que se ha hecho para sí mismo y para el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, y el secretario del Consejo, José Maldonado, en caso de despido.
Si fueran cesados, cobrarían 122 millones de euros (20.000 millones de pesetas). Ha sido durante el turno de ruegos y preguntas, cuando el portavoz del sindicato Comisiones Obreras, Juan Giner, le ha pedido explicaciones sobre la medida y sobre cómo encaja ésta con la recomendación que ha hecho el servicio de estudios del banco recomendando el abaratamiento del despido en España.
González atribuye la cuestión a las elecciones sindicales
El presidente de la compañía ha preferido no contestar personalmente esta cuestión y limitarse a vincular su formulación con las próximas elecciones sindicales. Por su parte, el presidente de la Comisión de Retribución de su Consejo ha asegurado que esta retribución está "en línea" con lo que hacen otras empresas españolas y extranjeras.
González sí que ha dado largas explicaciones sobre la frustrada operación de compra del banco italiano BML. El directivo se ha mostrado "indignado" y considera un "insulto" las críticas por una operación que podría suponer "prácticas ilegales".
