Segunda noche consecutiva de violencia en los suburbios de París
Trece detenidos, seis policías heridos y quemados nueve coches
Por segunda noche consecutiva, un centenar de jóvenes armados de piedras y bates de base-ball se han enfrentado con la policía en Montfermeill, una de las localidades de la periferia del noreste de París no lejos de donde en octubre pasado se encendió la mecha de los disturbios.
De hecho, entre los trece detenidos de la pasada noche en la que han resultado heridos seis policías y quemados nueve coches, se encuentra el joven que se libró de morir abrasado al refugiarse en un transformador eléctrico en el que perecieron sus dos compañeros al creer que les perseguía la policía. Esta mañana, aseguraba que fue detenido mientras observaba lo que sucedía.
Como hace seis meses, cuando llamó gentuza a algunos de los habitantes de los barrios sensibles, el ministro del Interior, Nicolás Sarkozy se enfrentó dialécticamente con algunos vecinos al visitar la comisaría que había sido atacada la noche anterior -al igual que el ayuntamiento y el domicilio del alcalde- y ante los agentes no dudo en calificar a los violentos de "golfos".
La situación está todavía lejos de la revuelta de otoño, pero la policía teme que pueda haber un efecto contagio. Entre otras cosas porque nada ha cambiado.




