Los socialdemócratas logran en Eslovaquia un victoria insuficiente
Se abre un difícil proceso de búsqueda de alianzas
Los socialdemócratas del partido Smer, hasta ahora en la oposición, han ganado las elecciones legislativas celebradas ayer en Eslovaquia pero se han quedado lejos de la mayoría absoluta, por lo que tendrán que comenzar una ronda de contactos destinada a lograr una alianza que favorezca un Gobierno estable. Según los resultados oficiales, el Smer ha obtenido el 29,14% de los sufragios, mientras que la Unión Democristiana del primer ministro Mikulas Dzurinda ha quedado como segunda fuerza política, con un 18,35%.
Con estos resultados, el Smer, liderado por Robert Fico, se hace con 50 de los 150 asientos del Parlamento, mientras que los democristianos se quedan con 31. El número de escaños obtenidos supone un resultado histórico para el Smer pero no le da la llave de la gobernabilidad. El abogado de 41 años sí será el primero en intentar formar gobierno.
A parte de los dos partidos mayoritarios, otros cuatro han logrado superar el mínimo del 5% para obtener representación parlamentaria y se reparten el resto de escaños. En estos grupos minoritarios estará la llave de un Gobierno estable.
"Es una gran oportunidad para que Eslovaquia sea más solidaria y justa, ya que este resultado asegura que el programa del nuevo Gobierno estará orientado hacia la izquierda", ha indicado Fico aún así en la sede de su partido en Bratislava tras conocer los resultados.
Fico ha prometido dar marcha atrás con algunas de las reformas llevadas a cabo por el ejecutivo de Dzurinda, que han facilitado el ingreso del país en la Unión Europea (UE) y en la OTAN en 2004, pero han encontrado un rechazo creciente en la población, que aún es una de las más pobres de Europa, a pesar del alto índice de crecimiento de su economía, de más del 6% del Producto Interior Bruto.
No obstante, si bien la victoria de Fico puede interpretarse como un castigo al Gobierno de Dzurinda por sus ambiciosas reformas de cariz neoliberal acometidas en la esfera de las pensiones, laboral, judicial, fiscal, y política social, este correctivo no ha sido tan severo como pronosticaban las encuestas de preferencia, lo que ha constituido una de las principales sorpresas.
La Unión Democristiana (SDKU), en el Gobierno, ha quedado en segundo lugar en los comicios, tras obtener el 18% de los votos, frente al 15 % que logró en 2002. Y, todo ello después de una reciente escisión en el seno del partido, que le llevó a perder 6 de los 28 diputados con los que inició la legislatura.
La SDKU reconoció esta mañana la victoria de Fico. Dzurinda aseguró que el partido quiere continuar cooperando con las formaciones de democristianos (KDH) y de la minoría húngara (SMK), incluso desde la oposición.
"Tengo interés en la continuidad política y de programa", indicó el líder conservador, y apuntó a esa alianza con el KDH y el SMK para garantizar el mantenimiento de las reformas económicas y sociales emprendidas en los últimos años y que deben también allanar el camino para lograr la meta de introducir el euro en 2009. "Juntos tenemos mucha fuerza", dijo Dzurinda.
Cerca de 4,2 millones de eslovacos fueron convocados a las urnas para elegir a sus 150 representantes en el Consejo Nacional, Parlamento unicameral con sede en Bratislava. La participación se situó en torno al 55%, según ha indicado el ministro de Hacienda, Iván Miklos.
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