La NASA suspende el lanzamiento del Discovery por el mal tiempo
Las misiones de los transbordadores dependen del éxito de esta misión tras los problemas del verano pasado y la tragedia del 'Columbia'
Minutos antes de la hora prevista para el primer lanzamiento de un transbordador en un año, la NASA ha anunciado que pospone la misión del Discovery, que iba a partir hacia la Estación Espacial Internacional (ISS, en sus siglas en inglés) a las 3.49 hora local (21.49 en Madrid). La culpa del retraso la tienen las malas condiciones meteorológicas sobre el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, en Florida. Aunque lo volverá a intentar mañana, la NASA puede aplazar el lanzamiento hasta el 19 de julio en caso de ser necesario.
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Con esta misión, la segunda desde el accidente del Columbia en 2003, la agencia espacial estadounidense se pone a prueba para descubrir si ha reducido los riesgos de lanzar al espacio vehículos con más de 25 años. Aunque los técnicos de la NASA habían informado por la tarde de un problema en el calentador de un propulsor de los cuatro en la parte trasera del Discovery, aseguraron que no impediría el lanzamiento de la nave.
Al final, quienes sí lo han hecho han sido las nubes tormentosas que los meteorólogos vaticinaban para la tarde y que han hecho acto de presencia en el cielo de Cabo Cañaveral. El abastecimiento de combustible comenzó como estaba previsto a las 6.00 de la mañana de hoy (12.00 hora española). Durante el proceso, los ingenieros de la NASA han comprobado que los nuevos sensores del tanque de combustible funcionaban de manera correcta.
Una misión de 12 días
El lanzamiento, que en principio tendrá lugar mañana a las 15.26 hora local (21.26 hora de Madrid), también pondrá a prueba la decisión del administrador de la NASA, Michael Griffin, de seguir adelante con la misión a pesar de las preocupaciones de algunos funcionarios de seguridad de la agencia y de ingenieros que temen que se desprenda espuma del tanque de combustible y pueda dañar al transbordador.
Bryan O'Connor, el principal funcionario de seguridad de la agencia, y el jefe de ingenieros Christopher Scolese recomendaron hace dos semanas que la nave espacial no volara hasta que se realizaran cambios en 34 áreas del tanque de combustible conocidas como rampas en las que se forma una especie de escarcha. El aislante de espuma es utilizado para impedir que se forme hielo en el tanque cuando es abastecido de combustible muy frío. Pequeñas partes de espuma se han desprendido durante lanzamientos anteriores. O'Connor y Scolese coincidieron con Griffin en que el riesgo era sólo para la nave y no para la tripulación ya que los astronautas podrían refugiarse en la ISS hasta que un vehículo de rescate acudiese a ayudarlos, y por eso no apelaron la decisión de Griffin.
Los ingenieros de la NASA rediseñaron el tanque externo de combustible después del accidente del Columbia y nuevamente después de que una pieza de aislamiento de espuma de unos 450 gramos se desprendiese del tanque durante una misión del año pasado. El Discovery, bajo el mando del coronel Steve Lindsey, tiene por delante una misión de 12 días con la que la NASA reanudará la construcción de la ISS. Además realizará una serie de suministros a la Estación y dejará allí al astronauta alemán Thomas Reiter. Reiter, de la Agencia Espacial Europea, se unirá al astronauta estadounidense Jeff Williams y al cosmonauta ruso Pável Vinogradov como miembro permanente de la tripulación de la Estación.