El dictador Pinochet asegura que ha tenido que vender sus medallas para poder vivir
El ex general chileno no recuerda su implicación en la 'Caravana de la muerte'
El dictador chileno Augusto Pinochet, no tiene ni para comer. Al menos eso es lo que le ha dicho al juez de la vista de una demanda civil en su contra presentada por la hija de una de las victimas de la 'Caravana de la muerte' que le reclama una indemnización de 700.000 euros. El ex general dice que la congelación de todas sus cuentas, por sus muchas causas pendientes, le ha obligado a vender sus condecoraciones para poder vivir.
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El juez, Carlos Cerda, sin embargo, no pareció muy impresionado con esta declaración, y ha tomado la decisión de procesarle como autor de un delito de evasión tributaria, falsificación de pasaportes. Mientras, investiga el origen de las cuentas millonarias secretas que el dictador mantenía en el extranjero, causa ésta por la que se le ha embargado gran parte de sus bienes.
El ex gobernante de 90 años dijo no acordarse de nada cuando el juez le preguntó sobre la 'Caravana de la muerte' que, al menos, ejecuto a 75 presos políticos en el año 1973, cuando el general dirigía con mano férrea Chile. En cuanto terminó la vista judicial recuperó su "sociabilidad amabilidad" y su "buena memoria de contador de historias", según testigos presenciales.