Alemania, acogida con honores de campeona en Berlín
Berlín, Alemania
Más de medio millón de personas recibió a los 23 hombres de Jürgen Klinsmann
La selección nacional alemana se despidió de la afición en Berlín, tras conseguir la tercera posición del Mundial de fútbol de 2006 al vencer a Portugal (3-1), y fue recibida por más de medio millón de personas casi con los honores de campeona mundial.
Arropados por la cerrada masa de seguidores, los 23 hombres de Jürgen Klinsmann fueron conducidos en autobús hasta la Puerta de Brandeburgo y desfilaron por una pasarela delante de este simbólico lugar bajo un sol radiante de verano.
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Cuando descendieron del vehículo, el público los recibió en la llamada "milla del aficionado" con aplausos y gritos de júbilo, como si de campeones mundiales se tratara.
Los hinchas depararon una especial bienvenida al capitán del equipo, Michael Ballack, quien tuvo palabras de agradecimiento para el público: "Muchas, muchas gracias. Sois los mejores". "Desde anoche hemos dormido sólo unos minutos. Lo hemos celebrado y ahora la presión de meses se ha deshinchado. También se bebió mucho", reconoció el capitán.
Sobre su futuro, Ballack comentó que se alegra del reto que le espera en Inglaterra, donde el centrocampista jugará, por primera vez, para el Chelsea la próxima temporada.
Klinsmann no desvela su futuro
Pero el momento culminante y más esperado de esta ceremonia matinal de una hora y media de duración fue la comparecencia del seleccionador nacional, Jürgen Klinsmann, quien respondió de nuevo con evasivas a la pregunta de la moderadora sobre su futuro.
"Dadme un par de días (para decidir)", se limitó a decir el técnico, que había sido la diana de duras críticas en la fase preparatoria del Mundial, entre otros, del presidente del Comité Organizador de esta copa, Franz Beckenbauer.
Sin embargo, el kaiser y otros escépticos sobre la estrategia de Klinsmann fueron cambiando de opinión a medida que el equipo germano escalaba puestos hasta la semifinal, cuando sucumbió ante Italia, hasta el punto de que este campeón mundial se ha convertido en una especie de héroe nacional para la afición.
Agradecimientos a la afición
Los jugadores llevaban la camiseta blanca del Mundial, pero con la palabra "Gracias" grabada en la parte delantera y el número "82" en la parte dorsal, en alusión a los 82 millones de habitantes que tiene Alemania.
Muchos aficionados llevaban camisetas alusivas al fútbol con eslóganes de agradecimiento a la actuación del equipo y la palabra "Gracias" grabada o con los nombres de los jugadores o de Klinsmann. Otros enarbolaban la bandera tricolor (negra, roja y dorada), un seña de identidad nacional omnipresente en las calles del país durante el mes que ha durado este Mundial.
El popular cantante alemán Xavier Naidoo entonó un par de temas compuestos para el Mundial antes de cerrar la ceremonia en la Puerta de Brandeburgo.
Entre los que acudieron a recibir a la selección estaba el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, quien elogió al equipo calificándolo de "fantástico", pese a no haber logrado clasificarse para la final, que se disputa hoy en la capital entre Italia y Francia a las 20.00 horas (18.00 GMT).
Schaeuble: "Han sido las estrellas"
El ministro alemán del Interior y de Deportes, Wolfgang Schaeuble, que el Mundial "ha sido magnífico" y que los jugadores del equipo nacional "han sido las estrellas" del torneo. Schaeuble admitió que le hubiera gustado que la selección germana hubiese estado en la final, una ambición que quedó frustrada el 4 de julio en Dortmund al perder ésta contra Italia en la semifinal.
Como premio de consolación, Alemania derrotó este sábado a Portugal por 3-1 en Stuttgart en un partido que ha sido calificado de "Minifinal" y que dio pie anoche a una celebración popular de grandes dimensiones en las calles de las urbes germanas.
