Muere el actor cómico Ángel de Andrés a los 88 años
Tras toda una vida ligada al cine, la televisión y el teatro
El actor cómico Ángel de Andrés, uno de los grandes secundarios de la escena, el cine y la televisión española, falleció este sábado mientras dormía, a los 88 años, en su domicilio madrileño.
Los restos mortales de Ángel de Andrés, nacido en el madrileño barrio de Chamberí el 25 de mayo de 1918, han sido enterrados esta mañana en el Cementerio de La Almudena a las 12.20 horas.
Padre del también actor Ángel de Andrés López, abandonó pronto los estudios para trabajar como dependiente en una tienda de tejidos y fue a los 20 años, al asistir a un ensayo de una compañía de aficionados, cuando se animó a integrarse como meritorio con Rafael L. Somoza.
150 películas
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Con unas ciento cincuenta películas y más de 60 programas de televisión a lo largo de su trayectoria, inició su carrera profesional sobre las tablas y pasó por los teatros más importantes de Madrid, como el Maravillas, donde fue contratado (por 22 pesetas) por la compañía de José Isbert.
Especializado en papeles cómicos, debutó en 1943 en el cine en la película de Iquino "Fin de curso", y trabajó también con Luis Escobar en el Teatro María Guerrero y con Arturo Serrano en el Infanta Isabel, hasta que viajó a México, donde permaneció hasta 1951 colaborando en shows de radio y cine.
De aquellos años quedan películas como "La Pródiga" (1946) y "Don Quijote de La Mancha" (1948), ambas de Rafael Gil; "Historias de la radio" (1955) de José Luis Sáenz de Heredia y "Manolo guardia urbano" (1956) de Rafael Salvia.
Luego hizo pareja con Antonio Casals en el Teatro Fontalba, con el que trabajó cinco años y con quien investigó en la comedia musical hilada por "sketchs". En 1959, formó su propia compañía, con la que debutó en el Teatro Maravillas con "Al rico bombón Eladio".
Funciones benéficas
Se trataba de uno de los actores con más funciones desinteresadas: en 1977 había sobrepasado las 2.800 interpretaciones para instituciones benéficas.
En 1969 participó en el rodaje de la película "Con ellas llegó el amor", dirigida por Ramón Torrado, y en el de "Se armó el Belén", de José Luis Sáenz de Heredia.
Colaboró con Mariano Ozores en "Brujas mágicas" (1981) y "Cristóbal Colón, de oficio descubridor" (1982), filmes a los que siguieron "Juana la Loca de vez en cuando" (1983); "Luces de Bohemia" con Miguel Ángel Díez en 1985 y "Esquilache", de Josefina Molina (1988).
En esa década, participó en populares series de TVE, como "Lorca, muerte de un poeta" -de Juan Antonio Bardém y junto a otros cuarenta actores- y "Delirios de amor". En la última etapa, figuran en su filmografías cintas como "La forja de un rebelde" (1990), de Mario Camus; "Celia" (1993) de José Luis Borau y "El perro del hortelano", de Pilar Miró (1995).