Secretaria de Igualdad: "La violencia de género debe dejar de verse como un asunto privado"

La secretaria general de Igualdad, Soledad Murillo, pasó por los micrófonos de la Ser para hablar sobre las dudas generadas por la ley contra la violencia de género. Para Murillo el problema es que las víctimas en muchos casos "no son conscientes del peligro y conceden al asesino oportunidades". La secretaria de Igualdad advirtió que este problema debe ser "asunto de todos" y que la sociedad debe dejar de verlo como "algo privado".

Tras el caso de Osuna, con el doble asesinato de un hombre de su mujer y su hija, la eficacia de la ley contra la violencia de género está en entredicho. La mujer llevaba 30 años padeciendo maltratos y pese a que había denunciado y había una orden de alejamiento fue asesinada. Murillo expresó que "no se debe personalizar en este caso", pero mandó una reflexión sobre él: "El asesino entró en la casa por la mañana, a plena luz del día, en un pueblo pequeño. Sin embargo, la sociedad todavía ve esto como un asunto privado, como un problema de pareja".

Incidiendo en el caso de Osuna, Murillo explicó como la víctima concede oportunidades al agresor: "Ella rechazó una casa de acogimiento, se refugia en casa de la hija. En muchos casos no ven el peligro y conceden oportunidades al agresor, algo que no ocurre con ninguna otra víctima".

La secretaria de Igualdad insistió en la importancia de denunciar: "Se ha cotidianizado la violencia en casa. La mujer tarda en denunciar, aguanta, es paciente, espera a que cambien las cosas… No denunciar no preserva ni cambia las cosas".

El agresor se suicida

Soledad Murillo reconoció que, pese al endurecimiento de los castigos, no se está produciendo un efecto de disuasión en los agresores. Sin embargo, la secretaria sí ve un cambio: "El 26% de los hombres se suicida. Saben que la sociedad no los tolera y buscan así evitar el castigo social. Ahora no ven su crimen como una hazaña".

La secretaria de Igualdad insistió en la obligación de que la sociedad haga de este problema "un asunto de todos, un asunto público". "Mientras haya ciudadanos de segunda no se puede ser ciudadano", afirmó. Además, explicó que no sólo se debe hacer un perfil de las víctimas, sino también se "debe estudiar la personalidad de los maltratadores".

Soledad Murillo ofreció el dato de que la media de padecimiento de malos tratos antes de denunciar es de diez años y en muchos casos "ni se comunica a la familia". El número de víctimas por violencia de género ha aumentado este año en diez muertas más, aunque la secretaria de Igualdad manifestó no querer entrar "en la guerra de cifras": "Si la división que hacemos es de septiembre a agosto, y no de años naturales, la diferencia respecto al año anterior es mínima (70 por 69)".

Para Murillo "la ley no puede valorarse por el número de muertos" y desveló como "el 33% de las víctimas estaban en proceso de ruptura, pero los asesinos tienen un sentimiento de propiedad sobre la víctima".