Bill Gates dedica parte de su fortuna a paliar el hambre en África
El fundador de Microsoft se alía con la Fundación Rockefeller para cambiar la forma de producción de las granjas africanas
El hombre más rico del planeta va invertir parte de su fortuna para intentar aminorar el hambre en África. A través de la fundación que lleva su nombre y el de su esposa, Melinda, el fundador del gigante informático Microsoft ha lanzado una iniciativa en la zona subsahariana con la que pretende revolucionar el cultivo de alimentos y sacar de la pobreza a decenas de millones de personas.
La Fundación Bill y Melinda Gates se une en esta iniciativa a la Fundación Rockefeller que, además de dinero, aporta la idea motora de la iniciativa: la conocida como "revolución verde", que durante más de medio siglo ha ido transformando la forma de trabajo en las granjas africanas.
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No se trata de la primera labor altruista de este genio de los negocios, que ya invirtió sus emolumentos en intentar buscar remedio para el sida. En este caso, busca ayudar a un continente donde se encuentran 16 de los 18 países más desnutridos del planeta. Es la única zona del mundo donde la producción de alimentos ha descendido en los últimos años, algo que Gates busca solucionar a largo plazo.
Segunda revolución verde
Gates anunció ayer que "buscará cómo ayudar a reducir la extrema pobreza" con una inversión inicial de 100 millones de dólares, más otros 50 adicionales de la Fundación Rockefeller. Gates ha doblado la dotación que invertía en su Fundación, alcanzando los 30.000 millones de dólares, a los que hay que añadir los 31.000 donados por el también multimillonario Warren Buffet. Además, Bill ya ha anunciado que abandonará la dirección de Microsoft en 2008.
El gestor del programa, Roy Steiner, explicó como la primera revolución verde "llevó mucho tiempo", ya que las inversiones de los años 40 no surtieron efecto hasta los 60. De esta forma, es necesario "un compromiso a largo plazo centrado en las pequeñas granjas africanas".
Gates ha estudiado durante tres años como podría ayudar a resolver estos problemas alimenticios del continente africano y explicaba como "hoy en día, ningún país, del tamaño que sea, ha logrado salir de la pobreza sin incrementar de forma significativa su productividad en el sector agrario".