Muere a los 77 años la periodista italiana Oriana Fallaci
Considerada una maestra de la entrevista, charló con numerosos líderes y celebridades del siglo XX
La veterana periodista y escritora italiana Oriana Fallaci, conocida por sus trabajos como corresponsal de guerra y por sus polémicas entrevistas y declaraciones, murió anoche en un hospital de la ciudad de Florencia. Fallaci, de 77 años, sufría cáncer desde hacia varios años.
Nacida en una familia sencilla en Toscana, Oriana Fallaci estudió medicina en la universidad de Florencia a base de becas, pero nunca terminó. Poco después inició una extensa y controvertida carrera como periodista.
Como corresponsal de guerra siguió los conflictos más importantes del siglo XX, desde Vietnam a Oriente Medio, desde India-Pakistán a Latinoamérica, y para muchos fue la mejor entrevistadora. Charló con numerosos líderes y celebridades del siglo XX como Fidel Castro, Henry Kissinger, el Sha de Persia, el ayatolá Jomeini, Willy Brandt, Zulfikar Ali Bhutto, Walter Cronkite, Muammar Gaddafi, Federico Fellini, Sammy Davis Jr, Nguyen Cao Ky, Yaser Arafat, Indira Gandhi, Alexandros Panagoulis, Golda Meir, Haile Selassie, Mao Tse Tung, John y Robert Kennedy y Sean Connery.
A principios de los años noventa se retiró al serle diagnosticado un cáncer de mama, pero volvió a escribir tras los atentados del 11-S en Nueva York. Desde entonces dedicó sus obras «a defender la civilización occidental, no frente a la musulmana, sino frente al fundamentalismo islámico», según explicó la propia periodista.
Fallaci repitió en sus obras su preocupación por el alarmante proceso de islamización de Occidente, del que acusaba a la izquierda europea. Sus alegatos contra el fundamentalismo y el Islám se reflejaron en el término 'Eurabia', que ella acuñó.
Una de sus últimas obra fue 'Oriana Fallaci entrevista a Oriana Fallaci', cuya primera edición salió en 2004. En aquel libro escribió que le acechaba la muerte y que tenía "algún anticuerpo en el cerebro, pero no mucho tiempo que vivir y sí muchas cosas todavía por contar". Fallaci aseguraba que no tenía miedo a la muerte y que lo que sentía era "una especie de melancolía. Me desagrada morir, sí, porque la vida es bella, incluso cuando es fea".
