Vinokourov gana la crono y sentencia la Vuelta
El kazako Alexandre Vinokourov, del Astaná, no pudo conseguir mejor regalo el día de su 33 cumpleaños que el triunfo en la contrarreloj de Rivas Vaciamadrid, en la que se impuso por delante de los españoles Samuel Sánchez y Alejandro Valverde y así aseguró su primera victoria en una de las grandes por etapas.
"Vino" remachó la Vuelta con el tercer triunfo en la presente edición, en una nueva demostración de fuerza que alejó cualquier duda. Ha sido el mejor, el más fuerte y lo explicó a lo largo de los 27,5 kms de recorrido en la cronometrada de Rivas, en la que invirtió un tiempo de 33.39 minutos, a una media de 49.034 kms/hora.
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El ídolo nacional de Kazakhistán ganó la partida al sorprendente Samuel Sánchez (Euskaltel), la "moto" que sorprendió en Cuenca con su espeluznante bajada, que cedió solo 6 segundos, y también volvió a rebasar a Valverde, que a pesar de dejarse la piel en el intento marcó 19 segundos más que el vencedor.
En la lucha por el tercer escalón del podio Kashechkin (Astaná) se salió con la suya a pasar de terminar la etapa 22 segundos peor que Carlos Sastre (CSC). La revelación kazaka no tuvo necesidad de arriesgar a tope y administró su ventaja con solvencia.
Vinokourov se apuntará en Madrid su primera grande, en un año turbulento por culpa de la Operación puerto, que afectó sobremanera a su equipo y que le privó de su participación en el Tour, que era su gran objetivo. Allí tuvo una oportunidad que tal vez no se vuelva a presentar. Pero el kazako ha rematado la temporada, a falta del Mundial, con un éxito histórico, que supera al tercer puesto en el Tour 2003, su mejor resultado en las grandes.
Idolo nacional en su país, Vinokourov pone broche de oro a un palmarés rico en logros importantes. En su historial tiene clásicas de postín, la Lieja-Bastoña Lieja en 2005 y la Amstel Gols Race en 2003. Por etapas apuntó su nombre dos veces en la París Niza y en la Dauphiné. En el Tour ganó 4 etapas y en la Vuelta alzó los brazos en 4 ocasiones.
Vinokourov ha conseguido poner en el mapa del ciclismo a un país sin tradición alguna, pero que ha despertado con energía. El proyecto del Astaná, con el propio Vino y Kashechkin como referentes principales, tratará de conseguir los máximos laureles en el Tour de Francia de 2007, donde tratarán de aprobar una asignatura que esta temporada se quedó sin examen.
Valverde se conformará con la segunda plaza. Un buen puesto, pero insuficiente para un corredor que recuperó el interés y la emoción por este deporte tan alicaído. Tuvo cerca la victoria, pero la montaña andaluza le colocó encima el interrogante de si se trata de un corredor para tres semanas. El doble subcampeón mundial antecede en el podio a Kashechkin, la revelación y una de las joyas del futuro a sus 23 años.
Valverde se vació en la contrarreloj y salió convencido de que debía intentarlo hasta el último metro. El murciano marcó el mejor tiempo en el km 11 (14.18), 3 segundos mejor que Vinokourov, 18 por encima de Sastre y 26 sobre Kashechkin. Pero el jefe de filas del Astaná, al igual que en la crono de Cuenca, fue de menos a más y dejó los riesgos para la segunda parte de la prueba.
Vinokourov empezó a poner las cosas en su sitio en el km 20, donde ya marcó el mejor tiempo (26.18). En 6 y 12 segundos le seguían Samuel Sánchez y Valverde. Hasta la meta el resto lo puso el kazako con las alas que dicen proporciona el maillot oro. Imparable, quería la etapa, y como siempre luchó como un titán hasta la raya de meta. Era su cumpleaños, y nadie estaba más interesado que él en este regalo. Felicidades, Vino.
La Vuelta se clausura con la vigésimo primera etapa con principio y final en Madrid, jornada de homenaje al vencedor y reconocimiento a los 132 corredores que han completado los 3.200 kms de la presente edición. El Paseo de La Castellana será el escenario de la fiesta final




