El primer ministro húngaro asegura que seguirá en el cargo y condena los disturbios nocturnos
Gyurcsány señaló que los incidentes fueron "una ataque contra una institución nacional de la República"
El primer ministro magiar, Ferenc Gyurcsány, señaló hoy, tras una reunión de su gabinete para abordar la seguridad nacional, que los incidentes de la noche pasada, a la que calificó como la "más larga y oscura" para el país desde el fin del comunismo en 1989, fueron "una ataque contra una institución nacional de la República".
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"La libertad va junto con la responsabilidad", resaltó el jefe de gobierno y agregó que la política fácilmente podría tomar un camino que "lleve hacia el desorden y la inseguridad". Gyurcsány anunció que ha dado todas las facultades a la capitanía general de policía de Budapest "para que no se repitan acontecimientos como los de anoche" y que "las fuerzas políticas que están detrás de los incidentes" deben buscarse en la derecha.
Al menos 150 personas, incluido un centenar de policías, resultaron heridas anoche tras desatarse violentos enfrentamientos en las protestas que se han prolongado desde el domingo en Budapest para pedir la dimisión del socialdemócrata Gyurcsány.
Fuentes policiales informaron hoy de que los choques con la policía se produjeron delante del edificio de la televisión pública después de que un grupo de manifestantes ocupara parcialmente los recintos.
La policía pudo "recuperar" el edificio después de las tres de la madrugada, pero la emisora tuvo que suspender su programación durante las dos horas que los manifestantes mantuvieron ocupada la sede de la cadena.
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