El ministro de Interior francés acusa a los jueces de no hacer nada contra la delincuencia
El malestar de los magistrados por estas declaraciones provoca una crisis entre el poder judicial y el político
El ministro de Interior, Nicolás Sarkozy, vuelve a situarse en el ojo del huracán por unas declaraciones en las que acusó a los jueces de no hacer nada frente a la creciente delincuencia. No sólo las asociaciones de magistrados estiman que se conculca la división de poderes, sino también las más altas instancias jurídicas del país.
El presidente de la Cour de Cassation, el equivalente al Tribunal Supremo español, ha pedido ser recibido por el presidente Chirac para mostrar su disconformidad con unas declaraciones que considera un "atentado contra la independencia" de la Justicia.
Más información
El malestar es tan importante que el primer ministro, Dominique de Villepin, ha tenido que convocar de urgencia una mini reunión ministerial, con la presencia de Sarkozy, en la que ha reafirmado el compromiso de los jueces en la lucha contra la delincuencia.
El ministro y posible candidato de la derecha a las elecciones presidenciales descargó en los jueces la responsabilidad del incremento de la violencia en Seine-St-Denis, uno de los departamentos de la periferia norte de París, donde hace casi un año comenzó la revuelta de los suburbios que muchos temen se vuelva a reproducir.