Raúl marca once meses después, por partida doble, en el 5-1 al Dinamo

Raúl marcó por partida doble en el triunfo del Real Madrid ante el Dinamo de Kiev (5-1). La última vez que lo hizo en partido oficial con los blancos fue el 26 de octubre de 2005 ante el Dépor. Van Nistelrooy (2) y Reyes completaron la 'manita' a los ucranianos.

El Real Madrid encontró en el Dinamo de Kiev (5-1) la víctima propiciatoria para sumar su primer triunfo en la Liga de Campeones, tras el fiasco sufrido en Lyon, y seguir dando forma al proyecto ideado por el técnico Fabio Capello, en un encuentro plácido para los madridistas, que golearon en la primera mitad, y encontraron de nuevo el calor de la grada del estadio Santiago Bernabéu.

El equipo blanco, en el que todo fueron festejos tras los goles de Raúl y la reaparición de Ronaldo, que no jugaba desde el pasado mes de abril, cumplió la máxima que pretende su técnico y además añadió grandes dosis de efectividad. El fútbol de Capello sigue siendo rudimentario. Se alimenta de un buen posicionamiento en el terreno de juego y de conexiones eléctricas en la medular para buscar la meta contraria. Pero en esta ocasión, un flojo rival permitió a los blancos lucirse más de la cuenta.

El Real Madrid creció desde Guti y Reyes. El canterano es ya indispensable. Su zurda traslada al equipo a otra dimensión. Es el único capaz de que todo el planteamiento de Capello tenga sentido. Si a eso se añade que Reyes cuenta ahora con una velocidad más que el resto, el cuadro blanco adquiere trazos interesantes en su fútbol.

El sevillano, con un gran desparpajo pese a incorporarse tarde a la disciplina merengue, concluye en peligro todo el fútbol que elaboran Guti y también Raúl. El ''siete'' sigue fiel a su rol como fuente de fútbol, alejado de la portería contraria, y además hoy encontró la recompensa a su trabajo con dos buenos goles.

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El fútbol actual del equipo madridista se sustenta en esos jugadores y cuando se añaden matices de los demás toma mayor cuerpo competitivo. Diarra, suelto ante el Betis, se apagó en exceso, pero evidenció notas positivas en el toque. Además, Van Nistelrooy, que sólo había marcado en un partido hasta ahora (Levante), estuvo en su sitio para iniciar la cuenta ante un rival con cierta candidez en defensa y que descubrió su carril derecho para gozo de Roberto Carlos y Reyes.

Por esa vía encontró el Madrid el camino de la victoria. Eso y la inestimable ayuda del guardameta del Dinamo, quien rechazó un disparo de Roberto Carlos al centro de la portería para que Van Nistelrooy hiciera el primero como siempre desea un delantero. Un regalo para festejar su reciente paternidad.

Sólo seis después, Raúl transformó el primero de su cuenta y prácticamente sentenció el choque ante un rival tímido y muy deslabazado en defensa. Además antes del descanso, Reyes encontró igualmente premio con el tercero, y su segundo como madridista, para que la afición que acudió al Bernabéu aplaudiera a rabiar a los suyos.

El tanteo permitió una segunda parte plácida y para deleite de la grada. El tanto inicial del Dinamo de Kiev quedó en anécdota ante un público que ovacionó la salida de Ronaldo, que no jugaba desde el pasado mes de abril cuando se lesionó ante la Real Sociedad, y sobre todo el segundo gol de Raúl, en una de sus pillerías.

Por su parte, Guti siguió a lo suyo, creando fútbol, y del bueno. Uno de sus inmensos pases dejó sólo a Van Nistelrooy y el holandés esquivó con habilidad al guardameta, obligado a hacerle penalti. El delantero transformó la pena máxima, el Dinamo de Kiev se quedó con un jugador menos y el Bernabéu se reencontró con su equipo, cuyos números empiezan a ser convincentes aunque los rivales todavía no hayan tenido excesiva enjundia.