Zapatero y Sarkozy dan por superada su polémica sobre política de inmigración

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ministro del Interior de Francia, Nicolas Sarkozy, han dado por superada la polémica suscitada por el cruce de declaraciones entre ambos sobre la política de inmigración. Ambos han conversado por teléfono media hora y el tono de la reunión ha sido cordial, según fuentes del Gobierno.

Sarkozy abrió la polémica con unas declaraciones en las que criticaba la regularización de inmigrantes, como la última llevada a cabo por el gobierno socialista en España. Zapatero le respondió en una intervención en el Congreso diciendo que el francés no era quien para dar lecciones en inmigración después de los graves disturbios ocurridos en suburbios de Francia el verano pasado. Entonces y durante varias semanas, cientos de jóvenes hijos de inmigrantes quemaron coches y protagonizaron incidentes.

Sarkozy contestó el viernes que él no daba lecciones en política de inmigración porque "no las quería recibir" y, de paso, mencionó la ayuda francesa a la lucha contra ETA.

El titular de Interior francés se encuentra en Madrid tras asistir el viernes a la reunión de ministros de Exteriores e Interior de los países europeos del Mediterráneo, en la que se analizaron los problemas de la frontera marítima de la Unión Europea.

Artículo Rubalcaba-Sarkozy

Hoy todo parece que ha vuelto a su cauce. El francés ha querido dejar claro que la cooperación con España en materia antiterrorista siempre ha existido. El deseo por mejorar las relaciones se plasmará con la publicación de un artículo en la prensa firmado por Sarkozy y su homólogo español, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Sarkozy, probable candidato de la derecha francesa a las próximas elecciones presidenciales, se ha entrevistado también con Mariano Rajoy, el líder del PP, con quien ha coincidido en la necesidad de trabajar juntos en el Partido Popular Europeo.