España gana a Argentina 2-1 en el partido del plebiscito sobre Luis

La selección española evidenció una vez más sus carencias ante un rival de entidad como Argentina (2-1), ante la que se mostró superior, pero sufrió su tenue y frágil disposición a la hora de imponer su autoridad en defensa y encona así la discusión nacional por el apoyo al seleccionador, Luis Aragonés, al que el triunfo avivó su continuidad al frente de la misma.

La fiesta que tenía preparada la ciudad de Murcia entre la visita de la selección nacional y el estreno de la Nueva Condomina aplacaron los encendidos ánimos de la previa ante un seleccionador discutido, del que todos parecieron olvidarse por momentos, gracias a la fortaleza con la que partió España.

Para empezar, los pocos cambios respecto al angustioso partido disputado en Rasunda los protagonizaron el portero Pepe Reina, el central Pablo y el centrocampista Iniesta con distinta suerte: buena para el primero, mala para el segundo y con la mejor de ellas para el último, que aprovechó su oportunidad para demostrar su capacidad no sólo para estar, sino para destacar y tomar responsabilidades.

Ambas escuadras acudieron al amistoso sin ánimos de tal, tras los últimos resultados obtenidos por ambas, las dos derrotas consecutivas de España ante Irlanda del Norte (3-2) y Suecia (2-0) y el fracaso de Argentina ante Brasil en Londres (3-0), del que pretendían resarcirse cuanto antes en un duelo que se saldó del lado de una tenaz España.

La primera mitad empezó de manera sólida para el combinado de Aragonés. Xavi se apropió del centro del campo del estropeado césped de la Nueva Condomina, que no hizo honor a su estreno, pero las ocasiones de Angulo, Torres y el propio Xavi en el primer cuarto de hora tampoco hicieron lo propio al mismo.

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La clave del encuentro, no obstante, apuntaba más a Iniesta, que a su propio compañero de eje en el FC Barcelona. Al jugador manchego se le acusa de mostrar grandes dosis de esencia futbolística en los momentos dulces de juego y de diluirse cuando los focos le apuntan. Hoy, entre la pléyade de estrellas de Murcia, Iniesta fue la que brilló con más fuerza.

Candidez defensiva

De esta forma, el primer gol llegó de la mano de uno de los merecedores a meterlo. Un disparo del mediocentro desde fuera del área se coló cercano a la escuadra izquierda del meta del Getafe Abbondanzieri. Un apocado amago, que recibió una osada respuesta por medio del argentino Bilos, que había sustituido minutos antes a Maxi, primera víctima del mal estado del césped murciano.

El causante fue un pase de Messi dentro del área ante la condescendencia de la defensa española. Pablo miraba mientras Bilos remataba y sólo dos minutos después todo volvía a empezar para que ese resultado durmiera al descanso, pese a que cada bando, uno por medio Tévez y otro a través de Villa, tuvieran sus oportunidades para cambiarlo.

La reanudación dio lugar a la entrada de Xabi Alonso. España reforzaba la idea de juega que mejor sabe manejar, la ofensiva, y Argentina sacaba artillería de ataque (Aimar, Saviola y Agüero), para no ser menos, pero sin conseguir que éstos se tornaran más que en fuegos de artificio.

Por el lado español, sin embargo, la incursión de Luis García dio alegría y vitalidad al propio Villa, más acompañado por el jugador del Liverpool, que por el astro del Atlético de Madrid. Las imprecisiones que pasaron a ocupar el juego también ayudaron a ello y un libre directo (min. 54) mal aprovechado por Villa, un palo del propio Luis García (min. 58) y dos goles anulados en los dos últimos minutos de los mismos protagonistas dieron buena muestra de ello.

Entre tanto, Iniesta volvió a protagonizar la jugada de la victoria. Un penalti sobre éste dio la oportunidad al delantero centro del Valencia de adelantar a España cuando se superaba la hora de partido y ofrecer una nueva oportunidad de redimirse a Luis Aragonés y otras muchas otras de discutirlo para la afición y la prensa si el equipo no retoma también su camino en los partidos oficiales.