Internacional

Francia aprueba una ley que penaliza la negación del genocidio armenio

Coincide con la entrega del premio Nobel de literatura al escritor turco Orhan Pamuk, uno de los mayores críticos del genocidio

Los diputados franceses adoptaron hoy una controvertida proposición de ley que sanciona penalmente la negación del genocidio armenio por los otomanos en la I Guerra Mundial, con el trasfondo del malestar turco y amenazas de sanciones de Ankara. Presentada por la oposición socialista, la proposición de ley, que prevé condenar con hasta un año de cárcel y 45.000 euros de multa la negación del primer genocidio del siglo XX, salió adelante en primera lectura con 106 votos a favor y 19 en contra.

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Saludada con aplausos de diputados y del público, la aprobación del texto supone equipar penalmente la negación del genocidio armenio con la del exterminio judío en la II Guerra Mundial.

El texto, que debe continuar ahora su trámite parlamentario en el Senado, cuenta con la oposición del Gobierno conservador francés, recordó hoy ante el hemiciclo la ministra de Asuntos Europeos, Catherine Colonna, interrumpida por las protestas de los diputados.

Ampliación de otra ley

El 29 de enero de 2001, el Parlamento francés adoptó por unanimidad una ley que reconoce la existencia del genocidio armenio, que causó 1,5 millones de muertos entre 1915 y 1923, pero sin acompañarla de medidas para reprimir su negación.

Esa ley ya es suficiente, según Colonna, quien expresó la dudas del Gobierno sobre "la oportunidad de esta propuesta" que tiene "el riesgo de causar los efectos contrarios a los que busca".

Esta controvertida iniciativa socialista puede "debilitar" el "trabajo de memoria sobre su pasado" iniciado por "intelectuales valientes" en Turquía, advirtió Colonna, al afirmar que "no es la ley la que tiene que escribir la Historia".

Ese fue precisamente el mismo argumento que usó la izquierda el invierno pasado para oponerse radicalmente a una propuesta de ley conservadora que pretendía reconocer el "papel positivo" de la colonización francesa, y que finalmente no vio la luz.

En el caso de la penalización del genocidio armenio, el voto ha trascendido los límites ideológicos, de manera que ha habido votos a favor de socialistas y conservadores, y lo mismo en contra.

El socialista Jean-Michel Boucheron explicó su voto en contra porque no reconoce a "ningún Parlamento el derecho de imponer una ''historia oficial'', y menos si se trata de un país extranjero".

El genocidio armenio es "una realidad indiscutible", pero debe ser el pueblo turco el que revise "objetivamente" su propia historia, "a su ritmo", como lo ha hecho Francia con la suya, dijo.