Así fue la tercera jornada de la Champions
Barça y Madrid tomaron en Europa un rumbo diferente al habitual en sus trayectorias cuatro días antes del clásico de la Liga española. Mientras, el Valencia, que mira de reojo, camina con paso firme a los octavos de final. Prácticamente le vale con un empate en Ucrania, en pleno Halloween, para sellar la clasificación. De momento, es uno de los cinco equipos que han ganado sus tres partidos. Otro de ellos es el Chelsea, que tumbó al Barça en Stamford Bridge; y en la misma situación está el Lyon, que volvió a ganar fácil, esta vez en Kiev al Dínamo.
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La sorpresa de la jornada la protagonizó el Arsenal, que perdió en Moscú, en la jornada del martes, a manos del CSKA y de Mejuto González, que invalidó un gol totalmente legal de Thierry Henry cuando el partido agonizaba. Por lo menos vuelve a renovar a Cesc, ahora hasta el 2014.
Ese mismo día el Real Madrid sacó el álbum de fotos, -"esta es de cuando ganamos seis Copas de Europa, y ésta de cuando nos paseábamos por Oporto, Milán, o Bucarest"-, y extrajo de la chistera un 1-4 manejado con maestría brasileña por Robinho, y devolviendo los galones de mando a Iván Helguera. Lástima que el compañero de viaje sea el Olympique de Lyon, que camina por la competición con la grandeza propia de su rival de grupo. Esta vez Juninho & Co. ganaron en Kiev al Dinamo, con otros tres zarpazos, como en Bucarest. El brasileño volvió a marcar un gol y a dar la asistencia de otro. Así que, como el año pasado, Real y Olympique, enfilan el camino de la segunda ronda.
Mando británico en el grupo F y el Milán volvió a ganar
No sólo se canta el "You'll never walk alone" en Anfield. También los sobrios muros de Celtic Park, en Glasgow, tienen aroma de canto incondicional de la afición, y si el equipo va bien, y encima el odiado rival vaga por los pobres campos de la Copa de la UEFA mientras el Celtic prueba el caviar de la Champions, el "Nunca caminarás sólo" suena un poquito más fuerte. Tienen motivos, porque el Celtic de Gordon Strachan, tras tumbar al histórico Benfica (3-0) con su martillo británico, está segundo, tras los pasos del gigante Man. Utd. (que ganó 3-0 al Copenhague danés), y empieza a ver de cerca el sueño de pasar la primera fase. Por cierto, los portugueses deben echar mucho de menos a Ronald Koeman, arrastrándose como están en Portugal y fuera de ella, en esta temporada.
Además, también del martes, al AEK de Atenas de Serra Ferrer se le esfuma el sueño europeo -volvió a perder, esta vez 3-1 en Lille-, en el mismo grupo H en el que el Milán volvió a ganar (0-1 en Bruselas al Anderlecht), a pesar de jugar la segunda mitad de partido con diez por expulsión de Bonera, por doble amarilla.
El miércoles, el Chelsea metió miedo al Barça
También por su capacidad de ponerlo todo patas arriba es grande la Champions. A una semana del Madrid - Barça, la prensa, las aficiones e incluso los equipos aspiraban un aire de clara superioridad blaugrana que no suele ser normal en un choque de signo habitualmente impredecible. En eso que llegó una nueva jornada de la Liga de Campeones para meterse de por medio, y, tras ella, los que se las veían felices, ahora ya no tanto, y los que empezaban a rezar se ven con posibilidades de ganar al campeón de Europa.
Porque el equipo que ganó en París al Arsenal en mayo sólo supo ser en Stamford Bridge una mediocre versión de si mismo. Sin Eto'o la delantera no mordió, los centrocampistas no se movieron tanto, y la renta en contra no fue mayor gracias, en parte, a un extraordinario Zambrotta, que se puso el casco de bombero todas las veces que hizo falta y alguna más. Ahora, el ínclito Mourinho echará un vistazo a la clasificación del grupo A en los tabloides, y encontrará a su Chelsea cinco puntos por encima del Barça, antes de viajar al Camp Nou. Mal asunto.
Mientras tanto, el Inter de Milán se redimió de sus pecados ganando en un triste San Siro, que ya no cree en nada bueno que su equipo pueda ofrecer, al Spartak de Moscú, que a punto estuvo de dar el susto (2-1).
Debería aprender el equipo de Mancini del Valencia, que, pisando el silenciador va a puñetazo en la mesa por partido y camina firme y seguro hacia la primera fase sin mácula. Gracias en gran parte a un imperial David Villa, ahora mismo ni el Shaktar Donetsk (al que el Valencia ganó 2-0), ni Olympiakos, ni Roma (que ganó en Atenas 0-1 y sigue segundo, a cinco puntos de los colistas) están a la altura de los pupilos de Sánchez Flores.
Y, por último, como el D, el grupo C también tendrá poco suspense clasificatorio en sus últimas jornadas. Liverpool y PSV ganaron en Burdeos (0-1) y Estambul (1-2 al Galatasaray), respectivamente, y se colocan en lo alto de la tabla con siete puntos y pinta de hacer los deberes antes de tiempo.