Francia teme una nueva revuelta en los suburbios
Está a punto de cumplirse un año de la ola de protestas violentas en barrios de la periferia de las grandes ciudades
A menos de cinco días de que se cumpla un año del inicio de la llamada revuelta de los suburbios, la sociedad francesa está inquieta. Nada parece haber cambiado en los barrios difíciles durante ese tiempo. Como constata un informe de los servicios secretos de la policía, fechado el pasado día 11, "la mayor parte de las condiciones que llevaron, hace un año, a desencadenar la violencia colectiva sobre una gran parte del territorio se mantienen".
Un análisis, aunque con distintos elementos, que comparten los cargos electos de las poblaciones más afectadas y las organizaciones sociales que trabajan sobre el terreno.
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Cada fin de semana, un nuevo incidente violento viene a enrarecer aún más el ambiente. Una patrulla de policía fue atacada el sábado en Orleáns y un autobús de línea fue quemado ayer -tras desalojar a los pasajeros- por un grupo de 30 a 40 jóvenes en una población de la periferia sur de París.
El Ministerio del Interior ha dado instrucciones a las prefecturas para gestionar un delicado aniversario. El inicio de las vacaciones escolares de Todos los Santos y el final esta noche del Ramadán son factores que inquietan a los responsables policiales.
