El Valencia se mete en octavos tras empatar con el Shakhtar 2-2

El Valencia consiguió la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones en un partido en el que el conjunto valenciano nunca se encontró cómodo, pero en el que mostró la capacidad de reacción suficiente como para neutralizar en dos ocasiones la ventaja del rival.

En la primera parte, el Valencia tuvo muchos problemas para mostrarse concentrado en el objetivo que buscaba en este desplazamiento, pero tras el descanso mejoró ligeramente, logró empatar y dejó sin opción para reaccionar al Shakhtar que estuvo muy lejos de ser el equipo que había sido en el primer periodo.

El gol marcado por Jadson en una falta directa a los dos minutos de juego fue un claro anticipo de lo que iba a sufrir el Valencia en Donestk.

Un balón al poste de Matuzalem en el minuto 9 y un par de ocasiones más en el primer cuarto de hora de juego convirtieron el gol del empate marcado por Morientes, que remató una falta sacada por Villa, en una isla en mitad del océano.

Más precisión del Shakhtar

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A los veinte minutos del partido, el Valencia tenía un buen marcador para lo que había ofrecido hasta entonces.

El Shakhtar jugaba con más precisión que el equipo valenciano tanto en defensa como en ataque y tras la igualada visitante en una jugada aislada, el fútbol de los ucranianos no cambió.

La iniciativa que mantuvo el Shakhtar no tardó en encontrar premio con el 2-1, marcado por Fernandinho en un excelente disparo desde fuera del área que Cañizares llegó a tocar, aunque no pudo evitar el gol.

El partido se aproximaba al descanso sin que el Valencia hubiera entrado verdaderamente en el encuentro y daba la impresión de que estaba más cerca el tercer gol del equipo local que la igualada del conjunto de Quique Sánchez Flores.

El Valencia se adaptó

No mejoró el Valencia los primeros minutos de la segunda parte, pero el Shakhtar apretó menos y a medida que pasaban los minutos dejó claro que le interesaba más tener la posesión del balón y desarrollar jugadas largas que llegar con precipitación a la meta de Cañizares.

Cuando el partido entraba en la media hora final, el Valencia empezó a dar señales de vida, Edu tuvo más posesión del balón en la zona ancha y las penetraciones de Miguel y Angulo por la derecha y de Silva por la izquierda empezaron a ser cada vez más frecuentes.

En un córner lanzado por Villa y prolongado por Moretti llegó el 2-2, al rematar Ayala un balón en el que prefirió jugar con la cabeza, antes de rematar con el pie.

El Valencia atravesó tras el gol unos buenos minutos de juego, pero la lesión de David Navarro, que sufrió una hemorragia en la cara, obligó a reestructurar el equipo que sufrió mucho en los minutos finales del encuentro.

Al final la igualada en el marcador dejó claro que el Valencia se sabe adaptar a escenarios incómodos y a rivales que pelean de principio a fin, aunque tenga problemas para entrar en el partido como se demostró en el primer periodo del encuentro.