Así fue la quinta jornada de la Liga de Campeones

Antes del último acto, hay nueve plazas que ya tienen dueño para jugar los octavos de final. En la quinta jornada lo consiguieron cuatro equipos, dos por día: Milan -con media sonrisa- y Celtic, el martes; y el Inter y el Bayern de Munich, el miércoles. Se unen a dos españoles, R. Madrid y Valencia; y a PSV, Liverpool y Lyon, que ya estaban clasificados. En el último día, en pleno "puente" de la Constitución, el Barça se juega la vida, y de grandes partidos, como el Bayern - Inter, saldrá la lista de primeros y segundos en cada grupo.

La magia de la Champions siempre reserva sus guiños de luces y sombras para los últimos días. Es tan grande y tan majestuosa esta competición que es capaz de tener a los pies de los caballos a un equipo -el Inter- en la segunda jornada, y meterlo en octavos tres fechas después. Puede revolcar a aquél que está haciendo buen fútbol y ponerlo contra las cuerdas -Manchester-, o tenderle una trampa de vida o muerte al campeón para el último suspiro -Barça-.

El martes, el Milán pasó y el Manchester jugó con fuego

Con la clasificación conseguida, al Real Madrid le quedaba probar la fortuna de ser primero de grupo, aún a sabiendas de que se trataba de una empresa hartamente difícil. Pasó lo previsible, y el equipo de Capello mereció perder, pero empató, e incluso pudo ganar si Van Nistelrooy hubiera tenido más puntería para lanzar un postrero penalti.

Aún así, el Madrid se puede consolar mirando de reojo a otros grandes. El Milán también se clasificó en esta quinta jornada, pero tampoco es que pueda tirar cohetes. Lo hizo pese a perder en Atenas, a manos de un AEK, entrenado por Serra Ferrer, que tiene la oportunidad de devolver a un equipo griego a la segunda fase de la Champions, cinco años después de que lo consiguiera el Panathinaikos. Pero estábamos con el Milán, y su pobre imagen. Desde que Shevchenko se marchó, a la otrora máquina 'rossonera' le cuesta horrores hacer un gol, y se tambalea con dos meneos que le peguen.

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En peor situación queda el Manchester que, después de un clásico con fuerte aroma de fútbol británico se queda segundo del grupo F, por detrás del Celtic. El equipo 'católico' derrotó al 'United' con un sensacional lanzamiento de falta del japonés Nakamura, que le catapulta hacia los octavos de final de la Copa de Europa, 18 años después. Que el entrenador del equipo escocés, que este año puede mirar por encima al Rangers, sea Gordon Strachan, antiguo pupilo de Álex Ferguson, es otra de esas ironías juguetonas que se permite la competición con más clase del viejo continente.

Eso sí, hay algunos equipos que, pase lo que pase, siempre repiten. Estan ahí delante hasta los últimos compases. Es el caso del Arsenal, que remontó un gol en contra del desahuciado Hamburgo, y se jugará con el Oporto, en Portugal, la clasificación. Una derrota podría dejarle fuera, pero el equipo de Wenger tiene más vidas que un gato. Sabrá resolverlo.

Y el miércoles, el Liverpool pagó un caro precio por pasar

El partido que jugaban en Anfield Liverpool y PSV se merecía resolver la suerte del grupo, y así fue. Lástima que los de Benítez, además de la victoria, se llevaran la factura de la lesión de Xabi Alonso, que se retiró en el minuto 20 por una dura entrada del húngaro Free. Dos tantos de Crouch y Gerrard, ambos tras asistencia de Kuyt, firmaron la primera plaza para el Liverpool, que tendrá que aprovechar el descanso europeo para ponerse las pilas en la Premier, donde no se puede permitir más despistes.

Claro que, como en los ejemplos del martes, hay otros que están peor. El Barça ganó en Bulgaria, pero se jugará en un apasionante ser o no ser su supervivencia en la competición de la que es actual dueño. El Barça - Werder Bremen del 5 de diciembre tiene pinta de ser un homenaje al fútbol. Esperemos que con victoria española.

Puede mirarse el equipo de Rijkaard en el espejo del Inter, que ha pasado de muerto a vivo en la Champions en tan sólo cuatro jornadas. Perdió los dos primeros partidos, y parecía que se acababa el mundo. En esta ocasión, una victoria en San Siro, por la mínima ante el Sporting, y el empate del Bayern en Moscú, le ha dado el billete imposible, y encima antes de tiempo.

Mientras, el Valencia selló el primer puesto del grupo D, aunque pagando otro rédito importante, por la lesión de David Villa, su hombre más en forma. La Roma, que se dejó sorprender en Ucrania por un peligroso Shaktar (1-0, 9 tiros de los locales por 1 de los italianos), tendrá que ganar en el Olímpico al líder de su grupo si no quiere sorpresas desagradables de última hora.

En fin, sólo queda el último día. Pero faltan siete plazas para octavos, y muchas emociones. En pleno "puente" de la Constitución, saldremos de dudas.