Hungría se despide de Puskas
Día de luto nacional en todo el país
Hungría despidió con todos los honores a Ferenc Puskas, leyenda del fútbol que falleció el 17 de noviembre a los 79 años después de permanecer seis años hospitalizado con Alzheimer y cuyo funeral se celebró durante todo el día.
La bandera fue izada a media asta en el Parlamento, mientras que los edificios públicos ondeaban crespones negros y figuras del fútbol mundial acudieron a una ceremonia en el estadio nacional, que fue nombrado en honor de Puskas en el 2002.
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Entre todos ellos estuvo el presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, que tuvo palabras de elogio para el mito, ante los miles de ciudadanos congregados. "Puskas fue uno de nuestros más grandes jugadores. Ayudó al Real Madrid a brillar en todo el mundo... fue un héroe y un ejemplo para todos los niños", dijo.
Por su parte, Jeno Buzanszky, uno de los dos supervivientes del "Equipo Dorado" encabezado por Puskas, dijo que el jugador fue "un genio en la cancha y se mantuvo humilde fuera de la cancha".
"De ahora en adelante, hay una estrella menos en la tierra, pero una estrella más brilla en los cielos", dijo Buzanszky. "Tú fuiste el mejor capitán de todos los tiempos", sentenció.
El Real Madrid, presente
Entre los asistentes a la ceremonia estaban tambien el alemán Franz Beckenbauer, el ex presidente del COI Juan Antonio Samaranch y algunos de los ex compañeros de Puskas en Real Madrid. "Por el bien del fútbol, para el que Dios le dio un talento excepcional, él estuvo listo para cambiar de país en varias ocasiones, pero su corazón, sin importar dónde viviera y viajara alrededor del mundo, siempre estuvo en Kispet", dijo Pal Schmitt, director del comité olímpico húngaro, en un comunicado leído en la ceremonia.
Tras este acto, se celebró una misa en la Basílica de San Esteban, donde el ex jugador será enterrado tras el homenaje que le tributó su pueblo.
