Los malos contenidos frenan la extensión de la TDT
Los consumidores no dan el salto a la Televisión Digital ante la escasa calidad de los contenidos, mientras Industria asegura que mira con lupa a las cadenas
Madrid
Parecen distinto perro, con el mismo collar. Esa es la impresión que dan los contenidos de las cadenas generalistas que anuncian sus emisiones en digital, la TDT. Y esa es la principal causa, según la mayoría de los expertos, de que a los consumidores les de pereza dar el salto a la nueva tecnología. Industria lo tiene claro y advierte de que va a comenzar a vigilar la calidad.
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Así lo asegura hoy el diario CincoDías, que recoge las opiniones de los protagonistas del sector reunidos en la jornada de TDT organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y el ente Impulsa TDT. Así, Giorgio Sbampato, director de desarrollo y nuevos negocios de Antena 3, reconocía que “la ilusión inicial ha dejado a los usuarios bastante decepcionados”.
Y Fernando de Miguel, de La Sexta, certificaba que “es evidente que los contenidos tiran de la TDT”. Alfonso Jáuregui, director de relaciones institucionales de Sogecable, aseguraba después que los operadores han hecho “esfuerzos económicos, inversiones y pagos para cobertura analógica y digital que, de momento, no son rentables”. Y lo que “lo que va a gasto de cobertura se resta a la capacidad de programación”, añadía Sbampato.
Así que en este momento, las principales cadenas están más preocupadas por mejorar la cobertura y la comercialización que por dar unos contenidos de calidad. Y eso solivianta al Gobierno. Para el Secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, “el objetivo de la TDT es dar más calidad en más áreas”, ya que, reconoce, “la calidad de la TV digital está por debajo de lo que nos gustaría”.
“Desde el Ministerio no estamos viendo que haya diferenciación de calidad en los contenidos entre la nueva televisión digital y la analógica”, advierte Ros. Y la advertencia no es vacía: la Secretaría de Estado ha iniciado un estudio analizando las parrillas de los programadores para vigilar quién cumple más esos compromisos y en qué medida. “Todos los que han optado a licencias digitales han optado voluntariamente”, concluye.