Una pareja de EEUU somete a su hija discapacitada a tratamiento para evitar que se haga mayor

La pequeña Ashley, de nueve años, no puede mantener erguida su cabeza, no puede andar, hablar o coger un juguete. Una enfermedad incurable impide el desarrollo normal de su cerebro y tiene una edad mental de tres meses, por lo que siempre tiene que estar tumbada o cogida en brazos por sus padres. Pero su crecimiento físico sí es normal y sus padres decidieron recurrir a la medicina para frenarlo y su cuerpo sea para siempre el de una niña.

El tratamiento fue autorizado por un comité ético de Estados Unidos y consiste en aplicación de complejos hormonales para evitar la menstruación y limitar su crecimiento entre un 20 y un 40 por ciento y también operaciones quirúrgicas para que no le crezcan los pechos. Según sus padres, de esta forma la niña no se sentirá incómoda cuando esté tumbada boca abajo. Dicen que lo hacen por amor y no para facilitar en el futuro el cuidado de su hija.

Cuando el caso se publicó en una revista médica de Estados Unidos se desató una polémica entre expertos muchos de los cuales acusaron de egoísmo a los padres porque existen muchos casos clínicos similares en los que no se llega nunca a utilizar a las personas como conejillos de indias para conseguir extraños propósitos.