At.Madrid y Osasuna empatan 1-1 en la ida de los 1/8 de Copa

At.Madrid y Osasuna se jugarán el próximo miércoles en el Reyno de Navarra el pase a los cuartos de final de la Copa del Rey tras empatar 1-1 en el Calderón. Webó adelantó a los navarros en el minuto 36 y Fernando Torres, con una gran gol, igualó el encuentro en la segunda parte.

Un gran gol de Fernando Torres, cuando peor lo tenía el Atlético, reabrió las esperanzas del conjunto de Javier Aguirre en la Copa, ante un tímido Osasuna, que se adelantó en su primera ocasión de gol y, luego, no aprovechó todo un tiempo en el que tuvo superioridad, por la expulsión de Pablo Ibáñez.

El gol de Torres no sólo mantiene vivo al Atlético, que como ante el Levante está obligado a vencer a domicilio, sino que evita que se hable de crisis en el Calderón, donde el técnico mexicano no da con la clave para enderezar el rumbo.

Y eso que, en un intento, casi desesperado, por cambiar la dinámica del conjunto en su campo, forzado por las circunstancias (lesión de Leo Franco y exclusión del díscolo Maniche), o dispuesto a sacudir el ánimo de la plantilla, Aguirre presentó alineación y táctica novedosa, pero tampoco sirvió de mucho; Osasuna, como casi todos los visitantes del Calderón, marcó primero y tuvo la eliminatoria de cara.

Apuesta ofensiva de Aguirre

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El técnico mexicano sacó un conjunto lo más ofensivo posible. Entregó la banda derecha al colombiano Luis Perea y la izquierda a Antonio López, dejó a Mista y Jurado con libertad para enlazar con el ataque y a Fernando Torres que se volcase al costado que considerase oportuno.

Su idea dio el balón al Atlético, que tuvo algo más de ritmo que en ocasiones anteriores, pero también provocó un atasco por el centro, que favoreció las intenciones de un Osasuna temeroso, que acudió a la cita sin muchos de sus hombres importantes (Valdo, y Delporte, lesionados, Milosevic y Soldado por decisión de Ziganda).

Webó pone el 0-1

Ziganda, en la grada por sanción, alineó un único delantero, pero fue suficiente, porque el camerunés Pierre Webó marcó en la única ocasión que tuvo.

Lo hizo en el minuto 37, desde el área pequeña, tras un inofensivo saque de esquina, después de que Pablo no lanzase el fuera de juego y el portugués Zé Castro descuidase la marca.

Hasta ese momento, fue mejor el Atlético, o por lo menos tuvo más intención de marcar, asido al juego de Fernando Torres, otra vez el mejor de su equipo.

No tiene suerte el "Niño", convertido en un mejor jugador de lo que indican sus números. Torres baja al centro del campo, se abre a las bandas y, a menudo, parten de él las mejores jugadas, pero marca menos goles y eso es lo que queda, lo que alimenta el debate.

Ante Osasuna, fabricó un par de ocasiones que no aprovechó el argentino Sergio Agüero, fue el autor del único disparo con peligro en la primera mitad, desviado por Ricardo (m.43) y firmó el empate con un gran tanto, tras controlar el balón el pico del área, regatear a un defensa osasunista y batir a Ricardo con un disparo cruzado por alto.

Expulsión de Pablo

Torres rescató a un Atlético que había llegado al descanso deprimido por la marcha del encuentro y se encontró con más problemas nada más comenzar el segundo tiempo, cuando una dura entrada de Pablo sobre Webó en el centro del campo llevó al central al vestuario (m.48) y a Costinha al eje de la zaga, para recomponer de forma apresurada el conjunto.

Favorecido por la expulsión y lanzado por el juego entre líneas de Héctor Font, Osasuna había comenzó a llegar con más peligro, había asustado a la afición local con un disparo de Juanlu, pero se encontró con el empate cuando mejor lo tenía, una igualada que ambos terminaron por considerar un mal menor. El Atlético, porque es más efectivo lejos de casa y Osasuna, porque parte ante su público, con el resultado inicial de su lado.